Los indígenas de la novena marcha por el Tipnis decidieron ayer, en un cabildo, exigir a la Central Obrera Boliviana (COB) que declare una huelga general, pedir al Comité Cívico de La Paz la convocatoria a un paro cívico y de permanecer en La Paz hasta que el Gobierno escuche sus demandas.
Los indígenas encontraron respaldo en Beni, donde la Asamblea Cívica Departamental convocó para el martes un paro cívico de 24 horas, en toda la región, como una medida de apoyo a la novena marcha indígena en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). El ampliado de emergencia de las instituciones benianas tuvo la participación del Comité Cívicos y de la COD, junto a diversos organismos representativos.
La decisión de los benianos fue asumida horas después de que los originarios sufrieran una violenta represión de la Policía, que por segundo día consecutivo utilizó agentes químicos para intentar evitar el ingreso de los manifestantes a la plaza Murillo, a donde se dirigían en una marcha junto a los representantes del sector del Magisterio. Durante la refriega, tres agentes y una marchista resultaron heridos.
Lo que parecía una inminente victoria para el Gobierno, porque por la mañana los indígenas expresaron su decisión de replegarse, se truncó a último momento porque la marcha decidió quedarse en La Paz y buscar el apoyo de otros sectores que obliguen al Ejecutivo a dialogar sobre los nueve puntos de su plataforma.
En La Paz, la marcha, que estaba integrada por al menos 5.000 personas, quedó reducida después del enfrentamiento con la Policía a unas 2.000, aproximadamente, que se concentraron en la plaza San Francisco y escucharon a la decena de oradores.
La dirigente Bertha Bejarano aseguró que la columna decidió quedarse y demandó el apoyo de la ciudadanía para soportar las arremetidas del Gobierno.
El dirigente de la COB, Jaime Solares, pidió masificar la vigilia con la participación de los campesinos, de las juntas vecinales y de los estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés para exigir la atención a las demandas indígenas. Por su lado, el presidente de la Subcentral Tipnis, Fernando Vargas, repudió el maltrato del Gobierno contra los marchistas que, según él, buscan la preservación de la biodiversidad de todos los bolivianos.
Entretanto, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, relató que hubo un duro enfrentamiento entre ambos bandos, donde los policías fueron los más afectados.
En la jornada
- Proceso. El diputado Roy Moroni, de CN, anunció que solicitará un informe al ministro de Gobierno, Carlos Romero, por la gasificación de la Policía a los indígenas del Tipnis.
- Violencia. Los policías que resguardan la plaza Murillo volvieron a reprimir ayer a los indígenas que intentaron ingresar al km cero.
- Consulta. El jefe de bancada del MAS en el Senado, Eugenio Rojas, abrió la posibilidad de suspender temporalmente la aplicación de la consulta en el Tipnis.
- Críticas. El presidente del Conisur, Gumersindo Pradel, criticó ayer a los dirigentes de la Cidob por utilizar a niños, mujeres y ancianos en la novena marcha, cuyo hecho calificó de vergonzoso.
Pueblo Esse Ejja firma un acuerdo El ministro de Gobierno, Carlos Romero, firmó ayer por la tarde un acta de acuerdo con los indígenas del pueblo Esse Ejja, que llegaron a La Paz formando parte de la novena marcha y que, tras el convenio, decidieron retornar a su comunidad, en el norte de La Paz.
El anuncio del acuerdo llegó después de que la dirigenta de la marcha, Bertha Bejarano, denunciara que los agentes del Ministerio de Gobierno rondan todas las noches los lugares de concentración para provocar deserciones a cambio de acuerdos.
Según Romero, el acuerdo permitirá que las comunidades reciban atención inmediata de la Gobernación y de los municipios de su jurisdicción. /EL DEBER/ABI
No hay comentarios:
Publicar un comentario