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miércoles, 7 de octubre de 2009

orientando a los lectores IAR-noticias se encarga de mostrarnos el panorama financiero cuando el dólar se tambalea...


¿Qué va a pasar con el dólar?

Según The Wall Street Journal,el dólar podría seguir cayendo en las próximas semanas ante las apuestas de los inversionistas de que otros países aumentarán las tasas de interés antes que la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que impulsa los retornos sobre esas monedas.

La caída de la divisa estadounidense se agudizó en el tercer trimestre que acaba de terminar a medida que las economías del mundo mostraron signos de recuperación y los inversionistas trasladaron su dinero a alternativas más arriesgadas en busca de retornos más altos.

Durante el tercer trimestre, la divisa estadounidense perdió 4,1% de su valor contra el euro y 6,8% contra el yen japonés, cuando llegó a su nivel más bajo desde finales de enero.

Durante meses, el dólar tendió a bajar después de que se anunciaran noticias positivas, que los especuladores interpretaban como una señal de que era hora de abandonar refugios seguros como la moneda estadounidense e ir en busca de inversiones más arriesgadas y rentables.

Sin embargo, las promesas de las autoridades de política monetaria de seguir estimulando la economía para apuntalar la recuperación han convencido a los inversionistas de que EEUU no subirá pronto las tasas de interés.

Los esfuerzos del gobierno estadounidense de inyectar dinero en la economía han abaratado considerablemente el costo de endeudarse en dólares, en un momento en el que los activos estadounidenses ofrecen magros retornos.

La propia debilidad del dólar, sin embargo, podría ayudar a frenar su caída antes de fin de año, predicen inversionistas y analistas.

El descenso del dólar, -según el Journal-, podría empezar a revertirse si la moneda cae demasiado: a la larga, los responsables de las políticas monetarias de Asia y Europa podrían empezar a quejarse de que la debilidad de la moneda estadounidense perjudica su capacidad para exportar bienes a EEUU.

Si el euro y el yen se siguen fortaleciendo, por ejemplo, se encarecerá el costo de las exportaciones europeas y asiáticas en los mercados internacionales.

"Es posible que todavía haya ciertas dificultades, pero se podría decir que la baja del dólar ha alcanzado su límite", opina Alan Wilde, director de renta fija y divisas en la firma de valores Baring Asset Management, en Londres.

Los analistas coinciden en que dólar es una moneda clave para el comercio internacional. Muchos países realizan sus transacciones comerciales en dólares no sólo con EEUU, sino con otros países.

También existe el riesgo de que alzas en las tasas de interés superiores a las previstas, o una importante crisis en los mercados emergentes, atraigan a los inversionistas de nuevo al dólar en los próximos meses. "Nos encontramos casi al final del partido", dice Stephen Jen, director gerente en BlueGold Capital Management LLC, en relación a la trayectoria del dólar. "Recomiendo actuar con precaución".

Según el Financial Times "aquellos que firman el deceso del dólar se enfrentan a una paradoja. Si el dólar estadounidense se va a pique, difícilmente lo hará solo. Cuando el año pasado se desató el pánico en todo el mundo, los inversores recurrieron a la divisa del país con la democracia estable más rica. No demandaron renminbi o rupias. Los mismos problemas que preocupan a los bajistas en relación al dólar podrían terminar siendo las razones para invertir en la divisa".

Y hay una explicación de porque un desplome del dólar arrastraría consigo a todo el sistema:

--- El dólar está involucrado en el 86%% de los US$3,2 billones (millones de millones) de transacciones diarias de divisas en el mundo, a menudo como paso intermedio en el intercambio de otras dos divisas, según el Banco Internacional de Pagos. Aunque esto constituye un descenso con relación al 90% que representaba en 2001, ninguna divisa se le acerca.

--- Casi dos terceras partes de las resservas de los bancos centrales del mundo están denominadas en dólares, a pesar del temor de que se produzca un éxodo masivo de la divisa. El euro representa alrededor de una cuarta parte, un alza del 18% frente a 1999, cuando se introdujo, pero menos que la participación de sus divisas predecesoras en 1995. Debido a que EE.UU. es un socio comercial tan importante para tantos países, no es fácil diversificar las reservas de los bancos centrales.