Al presentar un Informe Oral en la Cámara de Diputados, el Ministro de Hidrocarburos sostuvo que la producción de gas entre los años 2007 y 2017, fue en promedio de 48 MMM3/D pero que actualmente se producen 60 MMM3/D. Si uno revisa la página web del propio Ministerio de Hidrocarburos, se encuentra que la producción diaria promedio del pasado trimestre fue de 54,87 MMM3/D.
El pasado mes de junio, el Gerente de Relaciones de Ieasa (ex Enarsa de Argentina) informó que, desde mayo pasado, recibe de Bolivia un millón de metros cúbicos menos de lo acordado. De acuerdo al parte diario de movimiento de los gasoductos argentinos, durante los primeros nueve días de julio, Bolivia solo envió 17,5 MMM3/D y de acuerdo a contrato debían enviarse 20,9 MMM3/D. Hasta el gerente de Ieasa se quedó corto sobre el volumen faltante.
Respecto al pedido de principios de año, de las autoridades argentinas de tener un mayor volumen de gas en invierno y a mejor precio que el establecido en el contrato, el ministro boliviano de Hidrocarburos les responde, cuatro meses después y cuando el invierno está ya en declinación, que la oferta argentina no es favorable para el país y es inviable. Él hizo pública la polémica y la posición boliviana quedó poco creíble. Con la experiencia del año pasado, era obvio que los argentinos buscarían otra alternativa y decidieron comprar gas chileno por tres años.
Lo cierto es que la producción boliviana de gas declina desde hace tres años y no se puede atender simultáneamente los dos mercados de exportación. La calificadora de riesgos Fitch Ratings dice lo mismo, reportó una caída del 8% de la producción de gas en Bolivia desde el año 2014 porque la producción de Incahuasi no ha podido suplir la declinación de otros campos y su estabilización dependerá de nuevos descubrimientos. Las autoridades deberían guardar silencio para evitar papelones.
Otra de las verdades que se niega a aceptar es la reticencia de las petroleras a invertir en Bolivia y se empeña en sostener lo contrario. Así, en la misma oportunidad del Informe Oral, el Ministro sostuvo que “existen diversas empresas mundiales interesadas en hacer negocios sobre hidrocarburos con Bolivia … y hay una fila de empresa interesadas en hacer inversiones en Bolivia.” (UCOM MH 06 06 2018)
Los anuncios de grandes inversiones en exploración son constantes. En la última visita del presidente Morales a Rusia, se firmaron acuerdos con Gazprom para la inversión de 1.220 MM$us en exploración en Vitiacua (el contrato de Vitiacua sigue en proceso de aprobación) y en rehabilitación de otros campos, otro acuerdo fue para crear una empresa mixta entre Gazprom y YPFB, que, según el Presidente, “será para comercialización de gas a otros continentes”.
El vicepresidente Poma de YPFB firmó además un memorando de entendimiento para vender 4 MMM3/D de gas a la empresa rusa Acron, a precio superior al de Brasil y Argentina y para constituir una sociedad mixta para comercializar urea. (UCOM 14 06 18).
El pasado mes de mayo YPFB firmó con la empresa Milner, compromisos de estudio e inversión en el marco de un memorándum firmado con Kampac Oil para invertir 2.500 MM$us en estudios exploratorios.
El mismo mes de mayo, el Ministro de Hidrocarburos firmó un acuerdo con el vicepresidente de Sonatrach (empresa petrolera de Argelia), que expresa el interés de hacer exploración en la Cuenca Madre de Dios, estudios de factibilidad del proyecto GNL y ser socios en dos plantas petroquímicas.
Como se puede ver, solo en el curso de los últimos meses, se anunciaron grandes inversiones en exploración sin resultados visibles. Está claro que las autoridades del sector se reúnen con todo ejecutivo petrolero para firmar cualquier documento que exprese cualquier interés.
El tema reservas se distrae también con el supuesto potencial de 132 TCF´s en Madre de Dios y la existencia de 1.000 TCF´s de gas no convencional. Tras 7.100 metros de perforación en Boyui sin resultados todavía y Hucareta en perforación, son las únicas posibilidades de descubrimiento en el futuro inmediato.
Ante la encrucijada y tras visita de ejecutivos de YPFB a las oficinas Sproule, que ya debía presentar su informe en junio, se espera que las reservas se acerquen a unos escuálidos 10 TCF´s.
Pero de la vocinglería se ha pasado a la falsedad. El presidente de YPFB sostuvo que todas las filiales de YPFB tuvieron utilidades la gestión pasada, entre ellas Chaco con 25 MMBs y Andina con 21 MMBs (AN YPFB 01 06 2018). Sin embargo, en la Bolsa Boliviana de Valores se reportan pérdidas de 143 MMBs para Chaco y de 117 MMBs para Andina.
En resumen, la producción está en bajada, no se pueden atender los mercados, la política exploratoria es mediocre, las reservas son insuficientes para todo fin y en YPFB las filiales registran pérdidas.
El autor es ingeniero químico y petroquímico.
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