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lunes, 30 de junio de 2014

dos grandes agencias noticiosas la española EFE y la francesa AFP registran sendas crónicas sobre la deuda Argentina a diversos fondos. una comisión está en NY para presentar el caso a la OEA, que estimamos poco podrá hacer en la resolución del conflicto.

AFP/EFEBUENOS AIRES/BERLÍN
Argentina sigue al borde del abismo por su controversia judicial, financiera y política con fondos especulativos, a riesgo de incurrir en default en una cuota a bonistas impago que se produciría si fracasa un arreglo antes del 30 de julio.
Hoy cae el primer vencimiento del pago de una cuota del bono Discount (swaps) de 2005 y 2010 por unos $us 225 millones bajo legislación de Nueva York, que dirime un litigio con grupos de inversores que rechazaron la restructuración.


El plazo de gracia y último vencimiento por contrato para acreditar el pago vence el 30 de julio, fecha en la cual se podría registrar la tan temida moratoria de la cuota si antes no hay un entendimiento de algún tipo con los demandantes.
"Si en un mes no hay acuerdo con los holdouts la cosa se va a poner extraordinariamente complicada", dijo Daniel Marx, director de la empresa Quantum Finanzas de servicios financieros.
Organismos internacionales y países han manifestado su preocupación por un caso que podría ensombrecer todo proceso de restructuración soberana, pero la justicia ha ordenado ‘páguese’ y no hay vuelta que darle.
La Organizacion de Estados Americanos (OEA) convocó para hoy una "reunión extraordinaria" de su Consejo Permanente tras una solicitud de Argentina para informar el cuadro de situación.

Negociaciones
El juez Thomas Griesa abrió una negociación entre partes y designó coordinador a un abogado de prestigio, Dan Pollack. Pero si tales conversaciones existen en estas horas de tensión e incertidumbre, están protegidas por secreto de Estado y nadie revela de qué se habla, en qué lugar, ni cuáles son las premisas de un eventual entendimiento.
"El Gobierno quiere arreglar el conflicto con los fondos buitre (buscan cobrar por vía judicial papeles al 100%), pero debe hacerlo sin activar la cláusula RUFO", dijo Javier González Fraga, un exgobernador del Banco Central argentino.
La cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers) establece que si un acreedor recibe una mejora, todo el resto tiene derecho a reclamar lo mismo.
"Argentina debe firmar una carta de intención de acuerdo por seis meses con los fondos", recomendó Eugenio Bruno, abogado argentino.
Si los litigantes fondos NML Capital, Aurelius, Blue Angel y otros 15 bonistas argentinos llegasen a cobrar el 100% de la deuda, se desataría un tsunami de reclamos. En primer lugar, demandarían el mismo trato otros holdouts que rechazaron los canjes, por unos $us 20.000 millones, y luego les seguirían los bonistas restructurados, en su mayoría grandes bancos y casas de inversión, por otros $us 80.000 millones, más intereses 
  PARA SABER  
Pago en efectivoPagar $us 100.000 millones en efectivo para saldar una deuda es un escenario de ficción tanto para economistas como para calificadoras de riesgo.
Moratoria enteriorAl contrario de la moratoria de 2001, cuando colapsó la economía y declaró el cese de pagos por $us 100.000 millones, el país cuenta ahora con recursos.

Pago a fondosCristina Fernández ha dicho que no va a pagar a los fondos especulativos lo que ellos pretenden.

Decisión judicial
La Corte de Apelaciones primero y la Corte Suprema de EEUU dieron la razón a los fondos y han dejado al país ante una disyuntiva dolorosa.

Alemania confía en que pague puntual
El Ministerio de Finanzas alemán confía en que Argentina pague puntualmente las deudas que tiene contraídas con el país, luego de la sentencia en EEUU que le obliga a abonar $us 1.300 millones a varios fondos especulativos.
"Esperamos que Argentina haga frente a sus obligaciones de pago con Alemania como está acordado", han señalado fuentes del departamento del ministro Wolfgang Schäuble.
La inquietud de los deudores tiene su origen en la decisión del Tribunal Supremo de EEUU, que desestimó revisar una sentencia que ordenó a Argentina pagar $us 1.300 millones a los fondos de inversión que no aceptaron los canjes de su deuda soberana tras el cese de pagos de 2001.
Las deudas de Argentina con Alemania rondan los 2.600 millones de euros.

domingo, 29 de junio de 2014

reproduce El Dia, expresiones del diario Clarín de Buenos Aires, referidas a los pagos diferidos por la venta de gas. Evo despotrica contra "los fondos buitres" ignorando que cuando Cristina deje de pagar, talvez ya lo ha hecho por el gas, Bolivia no tendrá más remedio que pleitear para recibir su dinero...una trampa.

El diario Clarín de Buenos Aires ha confirmado que –acosado por las deudas-, el estado argentino comenzará a retrasarse por lo menos seis meses con sus acreedores, entre ellos Bolivia, a quien le debe pagar casi 200 millones de dólares por mes por la venta de gas. Algunas versiones indican que el vecino país ya tiene acumulado un saldo superior a los 1.700 millones de dólares y si se confirma el pronóstico, esa cifra se duplicará en el corto plazo. No es la primera vez que ocurre lo mismo, pero este sería el peor caso, pues cuando se produjo el famoso “borrón y cuenta nueva” en 1992, el monto total adeudado era de apenas 300 millones.

Bolivia ha intentado sacar a relucir su talla de “líder internacional” que tanto promocionó durante la cumbre G-77 para estrellarse contra los famosos “fondos buitre” que han acosado a Argentina, pero lo más probable es que no logre más que asustar a los inversionistas que confiaron en los “bonos soberanos” que el “enemigo del capitalismo” ha estado colocando en Wall Street.

Si todo se complicara no habrá más remedio que buscar soluciones propias y afortunadamente, tanto el presidente como su segundo de a bordo han lanzado una idea, presente en todas las críticas que le han estado haciendo en los últimos al “modelo económico plurinacional”, que en realidad es el mismo que implantaron los españoles, que heredaron los republicanos y que los revolucionarios actuales no han hecho más que profundizar, pese a que prometieron industrializar los recursos naturales.

“No debemos depender tanto del gas”, ha dicho el presidente Morales y su erudito vicepresidente ha afirmado que necesitamos reducir la dependencia del extractivismo. Habrá que pedirles disculpas a todos los que durante los últimos años han hecho exactamente las mismas recomendaciones al Gobierno, cuya respuesta siempre ha sido la soberbia.

Afortunadamente hoy existen muchas formas de diversificar las actividades económicas y los resultados se pueden ver a corto y mediano plazo. La industrialización de un país no necesariamente pasa por grandes complejos, por sectores “duros” como el acero, la fabricación de automóviles o maquinaria pesada, como trata de hacerlo el gobierno, inyectando grandes sumas en empresas estatales que en realidad son barriles sin fondo. Taiwán se hizo potencia fabricando bicicletas, Chile lo hace con el kiwi, el vino y el salmón, República Dominicana con el turismo y Bolivia podría hacerlo con la quinua, por ejemplo.

Pero eso se logra con cadenas productivas y lamentablemente el gobierno del MAS no ha hecho más que combatirlas. Así lo hizo con la industria forestal, con los textiles y ahora tiene seriamente amenazada a la soya y sus derivados. En realidad, el estado no tiene que hacer mucho, sino dejar de entorpecer, como lo viene haciendo con 23 productos nacionales que hoy están sometidos a controles y prohibiciones.

Otra cosa que debe hacer es cumplir la Constitución y darle prioridad al mercado interno en el abastecimiento de gas, ahora que ha comprobado el grave riesgo que implica “poner todos los huevos en una misma canasta”. Con el gas se puede incentivar la producción de cemento, artículo que hoy es deficitario y se pueden poner en marcha muchas industrias de cerámica que están paralizados, proyectos energéticos que quedaron truncos y por supuesto, la instalación domiciliaria, que permitirá no solo mejorar la calidad de vida de la gente, sino también incentivar pequeños emprendimientos como panaderías y restaurantes, entre muchos otros.
Bolivia tiene gran potencial turístico, pero no vamos a llegar muy lejos si el Estado quiere meterse en todo con su monopolio, con su control y sus restricciones. No se va a lograr mucho si el presidente continúa amenazando con nacionalizar y mucho peor, cuando se estrella contra las empresas que logran rentabilidad, como si ganar plata y generar riqueza fuera un delito.

lunes, 23 de junio de 2014

cosas del fútbol o "el florido lenguaje del fútbol" titula Oscar Diaz Arnau a su muy sabroso texto relacionado con las figuras y formas expresivas del popular deporte.

A la pelota se le puede pegar tres dedos o mordida, de puntín, de chilena, en palomita, de chanfle, en comba, de volea, colgadita, a quemarropa o con efecto para probablemente dejar al arquero en ridículo o a contrapié. Eso siempre y cuando el “cuidapalos” no haya puesto un cerrojo en su portería porque, de ser así, nadie —mucho menos el “tronco”— podrá meterle un gol ni al arcoíris.
Atrás quedaron los buenos tiempos en los que los extremos se llamaban wines y los actuales “cancerberos”, goalkeapers. Ya no hay más backs ni marcadores de punta: ahora los laterales son más delanteros que defensores y van y vienen como antes solamente lo hacían los número ocho, cuando el 8 era 8. En la línea de fondo estaban cuatro clavados y no cinco ni tres. Y el 5 era clásico; no había doble cinco, o sea, diez.
A propósito, no existen más las alineaciones del 1 al 11, así que el 9 no es más el 9 de área, el que tenía el arco “entre ceja y ceja”. La redonda, o la “caprichosa”, tampoco es la número cinco que de chicos resultaba enorme para nuestros pies; ahora “no se mancha” y, encima, “no dobla” a partir de no sé cuántos metros sobre el nivel del mar. Antes, por otra parte, el árbitro era un señor respetable que prefería la sobriedad, andaba siempre de negro y no se dejaba seducir por la alta costura de la patibularia FIFA.
Por lo menos, el fútbol todavía tiene punteros, mediocampistas y defensores, obreros que tiran y construyen paredes, líneas compactas que se adelantan y hacen pressing. Aunque los goles, al menos en España, ahora se “encajan”; soeces se han vuelto los “monárquicos” y ni a su madre respetan, a la Madre Patria que los parió… pero, dejemos en paz a los españoles, que últimamente no encajan sino encasillan. Hasta las ironías —como los insultos— han cambiado… nunca serán lo mismo profiriéndose por Internet.
Ahora el debut se produce cada vez más temprano, el jugadorcito no pasa por la primera porque el club grande se lo lleva cuando ni siquiera sabe precisar en el mapa adónde va. Antes, el futbolista salía del potrero, de la calle; a lo sumo del club del barrio, cuando no de la Academia Tahuichi. Ahora, ni siquiera de las inferiores: de la cantera.
De vez en cuando aparecería un crack, un “distinto” que la tenía atada. Ése era el que metía los caños, hacía las bicicletas, daba los pases de rabona y cuando marcaba los goles, babeaba el escudo de la camiseta mientras salía corriendo para abrazarse con la hinchada, como un hombre araña, en el alambrado de la popular.
Era así el fútbol cuando el soccer y hat trick no existían y el negocio dejaba un hueco a la nostalgia. Un pase exacto se entregaba “como con la mano” y generalmente de “zurda mágica”, los centros eran “a la olla”, un “fuera de serie” desparramaba defensores y, si no se “engolosinaba” o se la “morfaba”, metía unos golazos que conmovían hasta las lágrimas porque eran “agónicos” y entraban allá “donde duermen las arañas”; los hacían “de taquito” o “de caño” y, así, no teníamos más alternativa que gritarle al arquero: “¡ponete sotana!”.
Antes, no se sabía qué distancia recorría un jugador durante un partido, eso no importaba. Y al equipo lo alentábamos sobre tablones que se movían como puente colgante, porque, antes, ¡el fútbol se vivía, pues!
El fútbol, como dice Menotti, es mucho más importante que un juego de vida o muerte. Por eso yo no quiero un Mundial en mi país, para que nos sienten a todos como en un teatro y nos obliguen a ser educados. Quiero ver los partidos como Dios manda, comiéndome las uñas y dirigiéndome al réferi con el lenguaje florido del fútbol.
El autor es periodista y escritor

viernes, 20 de junio de 2014


qué sucedería si Cristina no paga?

existe el fundado temor de morosidad también con Bolivia

atinado Los Tiempos, que nos invita a reflexionar

Bolivia es uno de los acreedores de Argentina que más motivos tiene para ver con preocupación la situación actual, pues las cuentas pueden ser incobrables
Aunque ya se veía venir, pues los antecedentes del caso no daban lugar a otro resultado, la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de no escuchar la apelación del Gobierno de Argentina que buscaba revertir una orden judicial que lo obliga a pagar 1.500 millones de dólares de deuda reclamada por un conjunto de acreedores, ha sido un golpe muy duro para el Gobierno de Cristina F. de Kirchner, para la economía argentina en general e, indirectamente, para los países e instituciones que conforman la larga lista de quienes tienen con ese país cuentas por cobrar.
En el mejor de los casos, lo que el Gobierno argentino podía esperar era una demora en el pronunciamiento del fallo final. Para alentar tal esperanza hizo sus mejores esfuerzos legales, pero, si hay algo que caracteriza a la justicia estadounidense es su poca predisposición a enredarse en chicanerías, que es lo que más deseaban no sólo quienes tienen a su cargo las cuentas fiscales sino, y muy principalmente, quienes todavía creían en la remota posibilidad de salvar al kirchnerismo y su estilo de Gobierno del colapso.
Ahora, cuando la última palabra ya ha sido dicha, Argentina no tiene más remedio que afrontar uno de los problemas económicos más graves de su historia contemporánea. Y eso no es poco decir, si se considera que es uno de los países que más se destaca en todo el mundo por los rasgos extremos que suelen tener sus momentos de crisis financiera.
Tal como se perfila el panorama, el Gobierno ha quedado al borde de un nuevo “default”, lo que amenaza con desencadenar una especie de efecto dominó entre los muchos acreedores que ven con temor la posibilidad de no llegar a tiempo a la distribución de pagos. En el peor de los escenarios, que según muchos analistas es probable que sea el que se imponga, los montos que el Gobierno tendría que desembolsar llegan a unos 16.500 millones de dólares, cifra muchísimo mayor de la disponible en las arcas fiscales.
Las razones que están provocando una especie de pánico entre los acreedores de Argentina no son pocas ni infundadas, pues pocas veces se ha visto –Venezuela es la gran excepción– una administración económica tan irresponsable como la del Gobierno actual. Durante los últimos años ya se fueron anunciando las primeras señales de la crisis, pero la bonanza proveniente de sus exportaciones de materias primas tuvo un efecto embriagador que impidió a los gobernantes atender las advertencias.
Bolivia, por razones obvias, es uno de los acreedores de Argentina que más motivos tiene para ver con preocupación la situación actual. Por lo que se sabe, que no es mucho dado el hermetismo con que estos temas se manejan en ambos países, hace ya nueve meses que el Gobierno de Kirchner no honra sus deudas por concepto del gas que nos compra. Hasta el presente, el monto adeudado ya sería de unos 1.700 millones de dólares y estaría incrementándose a un ritmo sostenido debido a que también está creciendo el volumen de gas exportado.
Es de esperar, por supuesto, que los peores temores sobre el futuro de la economía argentina y sus efectos sobre la nuestra resulten infundados. Sin embargo, y para evitar sorpresas desagradables, bueno sería tomar los recaudos correspondientes.

martes, 17 de junio de 2014

Boris Gómez analiza la situación de dos productos el GN (gas natural) y del GLP (Gas licuado de Petróleo) tanto en el mercado nacional, como en el externo y apuesta por un proceso de industrialización efectivo para darle valor agregado al mayor producto de exportación boliviano.

Aunque las oportunidades de agregación de valor (industrialización) del gas natural son muchísimas, dado el avance de la tecnología, pudiéndose contar con derivados de toda índole y de todo precio en mercados circundantes a Bolivia, no se debe perder de vista que tanto Perú, Brasil, Paraguay, Chile y Argentina presentan demanda insatisfecha de gas (materia prima) como de GLP (gas licuado de petróleo). En tanto ocurra la estructuración de una NPE Nueva Política Energética enfocada con mayor exclusividad a la industrialización, Bolivia debe continuar buscando mercados para el gas natural y concretamente –de haber excedentes internos- para el GLP.

Paralelamente debe intensificarse, como se vino indicando, un plan de exploración intensiva del territorio para petróleo y gas natural. En otro episodio comentaremos sobre el gas no-convencional (shale-gas) que irrumpe en el juego de negocios de energía en el mundo, concretamente en éste Hemisferio, y que nos hará repensar cuál debería ser el rol de Bolivia como próximo exportador de derivados del gas natural y quizá, también, como próximo nuevo key-player en venta de LNG (liquid natural gas) en mercados spot.

Volviendo al tema GLP: Bolivia estaría buscando nuevos mercados para exportar GLP, que actualmente vende a Perú y Paraguay, en volúmenes que no son del todo significativos para economías a escala como son las de los negocios en gas. Uruguay también estaría requiriendo GLP, Bolivia podría suplir esa demanda, de momento, confiados en que la Planta Separadora de Líquidos del Gran Chaco podrá dar las garantías de fraccionamiento (producción) de volúmenes para esas operaciones comerciales sin perjudicar el mercado interno.

Hasta marzo 2014 Bolivia exportó 4.000 toneladas métricas (TM) de GLP por mes, lo que hace un total de 12.000 TM, por las cuales se obtuvo al menos 8,4 millones de dólares. Cifras que, reiteramos, no son del todo significativas tratándose de éstos proyectos que a escala sí reportarían mejores ingresos tanto al Estado cuanto a inversionistas privados que se sumen al proyecto GLP.

Bolivia consume casi 7000 TM de GLP mensual, produce 10.500 TM y se exportan 4.000 TM a un precio aproximado de 700 USD/TM.

El GLP boliviano es extraído (separado/fraccionado) de la Planta Separadora de Líquidos de Río Grande (producción 360 TM/día), en Santa Cruz, y las refinerías, faltando por funcionar la Planta Separadora del Gran Chaco (proyectada a producir 2.037 TM/día, además de procesar gas natural y producir 1.154 barriles por día (BPD) de isopentano y 2.030 TMD de etano, que es uno de los insumos principal para el proceso de industrialización de los hidrocarburos.

martes, 3 de junio de 2014

Hugo del Granado, como los tratadistas anteriormente publicados dicen que Bulo Bulo es la mayor inversión boliviana para producir Urea y Amoníaco a partir del 2016. confirma que la ubicación de (la pllanta en construcción) es mala, pues encarecerá el producto de exportación. que habrá un ferrocarril, hoy no existe y que el costo total llegará a la chorrera de un mil millones de dólares.

No hay duda que la producción de fertilizantes es un buen inicio de la industrialización del gas pero lamentables decisiones políticas, como la mala localización, desvirtúan la preeminencia técnica de los proyectos
El proyecto de fertilizantes de Bulo Bulo (Chapare) es la inversión más grande de la historia de Bolivia.
La planta que se está construyendo tendrá una capacidad de producción de 2.100 toneladas por día (TPD) de urea y 1.200 TPD de amoniaco. El 12 de septiembre de 2012, YPFB firmó el contrato de construcción con la empresa coreana Samsung Engineering, bajo la modalidad ‘Llave en Mano’ y comenzó obras un año después. Debería estar concluida en octubre de 2015 pero tiene atrasos hasta el 2016. El monto del contrato es de 843,9 millones de dólares (MM$us); sin embargo, el presidente Morales en su Informe de Gestión de enero de 2014, dijo que la inversión es de 862,5 MM$us, empero Samsung está habilitada para incrementar el monto del contrato hasta un 15 por ciento, es decir hasta 970 MM$us.
La planta de fertilizantes es un proyecto de exportación, está concebido para exportar su producción a los mercados de Brasil, de Argentina e incluso de Paraguay porque el mercado interno sólo podrá absorber inicialmente el 3 por ciento de los fertilizantes producidos.
De acuerdo a las proyecciones de la publicación del Ministerio de Energía e Hidrocarburos “Industrialización de los Hidrocarburos Rumbo al Bicentenario” del 2013, el consumo de urea en el país el próximo año 2015, será de 66 TPD o sea el 3 por ciento de la producción de la planta (El 2012 el consumo boliviano de urea fue de 40TPD). Este consumo se incrementará hasta llegar a 361 TPD el 2034, que representará cerca del 18 por ciento de la producción. Esto significa que entre el 2016 y el 2034 se deberán exportar entre 2000 y 1700 TPD de urea.
De acuerdo a estas mismas proyecciones, el precio FOB Brasil de la urea, el 2034 será de 758 $us/Tn. Es posible que en base a estas proyecciones YPFB asevere que la rentabilidad del proyecto será de 340 MM$us.
Siendo esta la realidad, debía ser elemental para quienes diseñaron el proyecto, que la localización de la planta convenía ser tan próxima como posible a los mercados, porque es más barato transportar gas que urea y además porque se tienen gasoductos que llegan a las fronteras de Brasil y de Argentina.
Además, para evitar que YPFB carezca de mercados y se vea obligada a vender los fertilizantes por debajo de los precios internacionales, quienes diseñaron el proyecto debieron haber negociado oficialmente con los gobiernos argentino y brasileño, cuotas de mercado e incorporar al proyecto socios que faciliten la comercialización de los productos en cualquier parte del mundo. Ya definida la construcción de la planta recién el Vicepresidente de YPFB en la misma publicación dijo: “YPFB ha tomado las previsiones para llegar en óptimas condiciones técnicas de negociación y operaciones al 2015 y ahora trabaja, y será un trabajo permanente la definición de segmentos de mercado, y la identificación del mejor comprador del producto”. Por su parte, el Presidente de YPFB, en la publicación “La Industrialización del Gas Nace en Cochabamba”, (septiembre 2012) dijo que: “Bolivia tiene una negociación avanzada con Brasil y Argentina para la venta de urea”. Sin embargo, a casi dos años de aquella declaración no se tiene ninguna información de que esas avanzadas negociaciones se hayan traducido en contratos de compra–venta o por lo menos en acuerdos de intenciones.
Como Bulo Bulo está lejos de todas nuestras fronteras, para sacar la producción se está construyendo una línea férrea de 148 kilómetros hasta Montero (con sus respectivos puentes). La inversión adicional para el efecto es de 245 MM$us. No obstante, en la publicación de YPFB “Bolivia Inicia la Industrialización del Gas con Recursos Propios” (mayo 2013), YPFB afirma lo contrario: “(…) la planta está estratégicamente ubicada en el corazón de Bolivia para la distribución al mercado nacional como al de exportación”.
“Además está cerca a las vías de comunicación, incluyendo la vía férrea que se construirá en la región” (vía que aún no existe). Esta afirmación evoca la ignorancia de un militar que fungió como Presidente de YPFB quien felicitaba a los técnicos por haber perforado un pozo “justo al lado del camino” de acceso; sin saber que primero se ubica el lugar del pozo y después se hace el camino.
Adicionalmente, la microlocalización ha demostrado que el lugar tiene problemas climáticos y de calidad de los suelos.
No hay duda que la producción de fertilizantes es un buen inicio de la industrialización del gas pero lamentables decisiones políticas, como la mala localización, desvirtúan la preeminencia técnica de los proyectos.
El autor es ingeniero químico y petroquímico.