En el país se explotan pozos petroleros en las serranías desde Santa Cruz hasta la frontera con Argentina, esta zona se la llama área tradicional.
Al norte de Santa Cruz, las serranías siguen la curvatura de la Cordillera Real y se espera que también contenga campos productores en el subsuelo. Esa es el área no tradicional.
Al noreste del departamento de La Paz, al inicio de esta área, están las serranías de Lliquimuni donde se planea perforar el pozo Lliquimuni Centro (LQC-X1).
Es un pozo muy importante. Puede dar mayor producción de hidrocarburos y proporcionará información como la “piedra Rosetta”.
Inclusive se especula -con argumentos muy valederos- que la producción de esta área no tradicional pueda ser más petróleo que gas, al contrario de los pozos del área tradicional.
Inclusive se especula -con argumentos muy valederos- que la producción de esta área no tradicional pueda ser más petróleo que gas, al contrario de los pozos del área tradicional.
Ahora viene la historia triste. A pocas semanas de la “nacionalización” se creó la empresa Petroandina S.A. conformada por YPFB y PDVSA. A ella se le encomendó la perforación de Lliquimuni.
Técnicamente no era la mejor alternativa. La experiencia de PDVSA en exploración es limitada. Financieramente era correcto porque el Presidente Chávez estaba vivo, quien favorecía este tipo de arreglos.
Después de pasar los escollos de nuestra burocracia, Petroandina tomo la decisión correcta de realizar un trabajo geofísico antes de perforar el LQC-X1. Éste se inicio el 2008 y su interpretación nos llevó al 2011. Con esos estudios se definió la ubicación del LQC-X1 a 9 Km de la carretera.
En esa ocasión Petroandina tomo dos grandes decisiones equivocadas. Utilizar un equipo propio de perforación y construir una carretera hasta la ubicación del pozo.
A partir de ese momento se inicio una triste historia sin fin que todavía continúa. El 2013 se indicaron 7 fechas para el inicio de la perforación. No era posible fijar una fecha con un camino en construcción que dependía de las provisiones oportunas de fondos y un equipo en fabricación.
Mientras tanto en noviembre 2013 PDVSA notificó que habiendo gastado más de $us 90 millones en el proyecto no haría más erogaciones. Ahora le corresponde a su socio, YPFB, correr con todos los gastos. Esa posición era de esperarse por el fallecimiento del Presidente Chávez.
Ahora se ve con claridad que el 2011 la decisión correcta hubiera sido optar por una operación aerotransportada con helicópteros. Si el pozo no es productivo se ahorraría la inversión del camino y no se depende de la llegada de un equipo que parece haber sido embarcado en un velero.
Para su información, estimado lector, en 1960 perforamos en Bolivia el pozo Boya Nº 1 a 15 minutos de vuelo de helicóptero de Caranavi. El proyecto fue terminado y no se dejó camino para cocaleros ni daños ambientales. Si se sobrevuela el área no se puede reconocer el lugar de la perforación.
Para terminar este tema un botón de muestra. El tendido del cable del teleférico de La Paz se realizó con helicóptero en pocas horas en vez de utilizar grúas por varios días, causando incomodidades a la población.
Finalmente, en el mensaje presidencial se anunció para abril 2014 el inicio de la perforación. Pocos días después el Presidente a.i. de YPFB recorrió la fecha a mayo 2014.
Probablemente no sea ni abril ni mayo, pero será en algún momento este año. Sus resultados se conocerán uno o dos años después. En el mundo petrolero, es una broma de mal gusto ofrecer una refinería para petróleo que no ha sido descubierto en circunstancias con tantas incertidumbres. Por lo tanto es preferible interpretar la oferta local de una refinería como expresiones de buena voluntad entre las tantas que se harán en este año eleccionario.
Mientras tanto las serranías de Lliquimuni continuarán como silenciosos guardianes de una zona que a mediano plazo, podría reemplazar la producción del gas descubierta a fines del siglo pasado, que estamos agotándolas sin haber cambiado al país.