El Gobierno pretendía hacer una gran fiesta el 17 de octubre en El Alto para celebrar lo que otros querían simplemente conmemorar, porque se trata de un acontecimiento luctuoso en el que fallecieron casi 70 personas. “No habrá baile, sino luto”, fue la consigna de algunos dirigentes alteños que se opusieron al jolgorio que había preparado el MAS como corresponde a un período electoral en el que importan poco si se recuperó el gas, si el gas todavía no es de los bolivianos, los muertos y todo lo demás.
Para colmo, esta importante fecha por poco encuentra de viaje al primer mandatario, quien estuvo en Argentina estos días, tratando de hablar con su colega Cristina Fernández, muy preocupado por cierto, por el reciente anuncio de autoridades del vecino país que aseguran que después del 2015 comenzarán a disminuir las compras de gas a Bolivia y que para el 2022 serán autosuficientes.
Mientras que el presidente Morales recordó que en el 2003, durante la Guerra del Gas, algunos callaron y algunos opositores señalados por el jefe de Estado recordaban que para esa fecha, el dirigente cocalero y diputado nacional también estaba de viaje y que aportó muy poco a la recuperación del gas. Todo indica que si Argentina cumple su amenaza y Brasil nos baja el precio, la guerra del gas recién comienza para el presidente.
energía porque todo lo hace el hombre para tener fuerza y la fuerza es energía muchas veces mal empleada para su propia destrucción. hambre porque millones de seres no tienen que comer mientras otros hacen guerras y se gastan ingentes cantidades en sostenerlas. de todo un poco lo curioso, lo extraño, lo sorprendente e ignorado.
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