Demorar diez años para hacer el homenaje a unos héroes es demorar mucho.
Una crónica de ese homenaje podría llamarse “!cómo te cambia la vida!”. O “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, como dijo el poeta.
Quien ofrece el homenaje ya no es el mismo. Ahora viste unas camisas con bordados muy monos, que entonces no conocía.
Su carácter también ha cambiado mucho. Se ha hecho soberbio y se cree imprescindible.
Pero es el gas natural el que le está jugando una broma muy pesada.
Ahora son los países compradores los que tienen actitudes de rechazo y esta vez sí, por decisión ajena, el gas podría ser, de veras, sólo “para los bolivianos”.
Argentina ha informado que comenzará a prescindir del gas boliviano a partir de 2015 y Brasil dice que después de 2019 pagaría mucho menos.
¿Qué hacer? Un gobierno que se ha ganado el premio gordo de la lotería del gas sin haber comprado un billete (no apoyó la ley que crea el IDH), no sabe qué hacer sin el dinero que llega por la venta del gas.
Y el destino ha puesto al presidente en la paradójica e incómoda posición de viajar a Buenos Aires para rogar porque se mantengan las compras de gas, en el mismo día aniversario de la “guerra del gas”.
Que la señora Kirchner no haya querido recibirlo, por razones obvias, aumentó el dramatismo a la gestión. Nuestro personaje tuvo que hacer un homenaje a la gobernante argentina metiendo su cuchara en el forcejeo que ella tiene con medios de comunicación independientes en su país.
“Hay que descolonizarlos”, recomendó, quizá pensando en que esos medios sean comprados por algún amigo de la señora Kirchner usando dineros de origen desconocido. Su receta no es aplicable en ese país. Los medios independientes están a punto de ganar la batalla a la gobernante.
Retornó derrotado de su gestión en Buenos Aires. Y tuvo que hacer el homenaje a los héroes de El Alto. Podía haber sacado fuerzas de flaqueza y decir “Ahora sí, les aseguro, el gas será para los bolivianos” (porque no hay quién quiera comprarlo).
El mercado, la mayor oferta de gas en el mundo, están creando condiciones diferentes. El gas podría terminar sirviendo al desarrollo de Bolivia. Para la siderurgia, para el cemento, para la industria.
Lo que no hicieron los revolucionarios originarios lo está haciendo el capitalismo.
Vacaflor.obolog.com
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