Con esta operación, Airbus espera «garantizar la seguridad continua de la flota» de aviones gigantes, ante las incertidumbres generadas por el incidente que tuvo lugar ayer cuando el A380 debió hacer un aterrizaje de emergencia en Singapur tras la avería de uno de sus motores, señaló el grupo en un comunicado. El llamamiento sólo concierne a las compañías cuyos aviones están equipados con motores Trent 900 del británico Rolls Royce y que son, además de Qantas, Lufthansa y Singapore Airlines. El resto de los dueños de A380, Emirates y Air France, tiene sus aviones propulsados por motores Engine Alliance, fabricados conjuntamente por General Electrics, Pratt&Whitney y Safran.
Airbus recordó que la recomendación de someter a los motores a nuevas pruebas ya fue hecha por Rolls Royce. Reiteró su compromiso con la seguridad aérea y su disposición a colaborar con las autoridades francesas y australianas para esclarecer los motivos del incidente. Un equipo del fabricante europeo ya se ha trasladado a Singapur para cooperar con la investigación.
El vuelo QF32 de la australiana Qantas, que cubre la línea entre Singapur y Sydney, se vio obligado a volver al aeropuerto minutos después del despegue al registrar un fallo en uno de sus motores, el primero de importancia que sufre el A380, el avión de pasajeros más grande del mercado que vuela desde hace tres años, según Airbus. Aunque ni los pasajeros ni los miembros de la tripulación sufrieron problemas, tanto Qantas como Singapour Airlines decidieron mantener en tierra sus A380 a la espera de efectuar nuevos exámenes sobre la seguridad de los aparatos.
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