La trata y tráfico de personas es considerada como el tercer negocio más rentable y no sólo en territorio boliviano, sino a escala mundial, después del tráfico de armas y el narcotráfico, según los reportes de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Onudd), la trata y tráfico se ha convertido en un botín que da ganancias con el uso del cuerpo como materia prima y principalmente la venta del sexo como producto.
Esta es la realidad que le toco vivir a quien quiso ser identificado como Pablo Roca un joven del oriente boliviano que fue víctima de trata y tráfico cuando apenas tenia 16 años.
“Una persona me invita a trabajar en La Paz, me trajo como asistente de oficina y cuando llegue a la ciudad me metió a una casa de citas, no sé por que acepte eso, yo tengo siete hermanos, pero tenia la necesidad de aceptar el trabajo, pase momentos difíciles me trataban mal y me hacían sentir como una persona sin valores, ganaba lo mínimo, menos que una persona que vive en la calle. Eramos tres menores trabajando en la casa de citas, atendíamos a las personas que llegaban y nos trataban como a perros, fue una época horrible”, sostuvo Pablo en la entrevista con Láser 98.
Otro caso de trata y trafico le toco vivir a la actual Directora de la fundación ¡Unidas! Carmen Quispe, quien actualmente apoya a las víctimas de trata y tráfico ya que en su propia familia le toco vivir la historia de su sobrina que fue sometida en el país de Argentina a trabajos forzados y empujada a cumplir también trabajos sexuales en el ambiente denominado trata de blancas.
“Mi sobrina quería trabajar por que le ofrecieron un buen sueldo en la Argentina para trabajar en costura, allá tenia que trabajar supuestamente en costura pero llegando al lugar fue engañada, inicialmente la llevaron a algunos bares y casas de citas como mesera, ella se dio cuenta pero no podía acudir a nadie, le ofrecían hacer otras cosas y mediante amenazas le decían que no le pagarían nada y le quitarían los alimentos, ella estaba con mas jóvenes y señoras pero al final no se que hizo y logro huir de sus captores”, manifestó Quispe.
¿Pero que es la trata? La trata, según la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Onudd), es la compra y venta de seres humanos. En su concepto, es una forma de delincuencia organizada que se comete especialmente contra mujeres, adolescentes, niñas y niños, ejercida por la fuerza o el engaño para captar a la víctima, trasladarla dentro o fuera de su país con fines de explotación.
En el departamento de La Paz, las cifras de trata y tráfico son alarmantes, entre enero a octubre del 2010, las denuncias de desaparecidos ascendieron a 255, de los cuales fueron encontrados apenas 172 personas. El Director Departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Rosalío Álvarez, alertó que las jóvenes entre 13 y 18 años son las más vulnerables al tráfico y trata de personas.
“Estamos viendo que en mayor incidencia de personas desaparecidas tenemos entre 13 a 18 años, de sexo femenino tenemos 91 casos y de sexo masculino tenemos 53, la preocupación es que en mayor índice son mujeres”, dijo el jefe policial a Láser 98.
La autoridad policial mencionó que las cifras año tras año preocupan a la Policía por que las organizaciones criminales que operan con la trata y tráfico de personas ofrecen a sus víctimas trabajo con buena remuneración económica. Sin embargo, las ofertas laborales no son reales, porque cuando llegan a otro departamento del país o al exterior son sometidas a explotación laboral, sobre todo sexual, dijo.
“Les ofrecen un trabajo supuestamente lícito y generalmente no se da en el lugar de origen, las personas que son reclutadas en La Paz por ejemplo son llevadas a Cochabamba o Santa Cruz y viceversa, en el caso del tráfico internacional las personas son llevadas a la Argentina, Brasil, Chile, Perú e incluso son llevadas a otros continentes con el apoyo de la propia familia logrando convencerlas garantizándoles que tendrán buenas condiciones de vida pero al llegar al destino todo lo afrecido es falso y las personas son sometidas bajo presión a realizar tareas para las cuales no fueron contratadas”, indicó.
La forma más conocida de trata tiene fines sexuales y comerciales, como la prostitución, pornografía, pedofilia y otros actos ilegales, aunque también la explotación laboral, servidumbre y otras relaciones denigrantes, al respecto el Coronel Alvarez refirió que en La Paz son 25 casos denunciados de trata y tráfico de menores entre los 13 a 15 años que son sometidas a la prostitución.
“En esta clase de hechos sobre menores en prostitución tenemos 25 casos denunciados de enero a octubre de este año, normalmente cuando la policía interviene las casas de citas y encuentran menores ellas son conducidas a dependencias policiales y posteriormente se las restituye a sus lugares de origen, los propietarios de estas casas de citas u otros lenocinios son procesados en la vía legal por proxenetismo”, mencionó el jefe policial.
La impulsora del grupo femenino ¡Unidas!, Carmen Quispe, alerto a la sociedad del peligro que representan las personas que intervienen en este delito los mismos son conocidos popularmente como tratantes de blancas o coyotes, Quispe nos cuenta como están conformadas estas organizaciones criminales y su forma de trabajo con las víctimas.
“Estos delincuentes van conformados por dos o más personas, llegando a la delincuencia organizada transnacional, porque son las mismas redes de mafias internacionales que se dedican al tráfico de armas y drogas, las víctimas llegan a constituirse en las personas engañadas y obligadas a someterse a la explotación en estado de esclavitud, siendo en su mayoría niñas, niños y adolescentes”, aseguró.
Una de las vías de traslado para estos hechos delictivos es el cruce ilegal de fronteras, donde los menores son llevados a otros países, “El coyotaje tráfico de menores, denominado así al acto de las personas que se encargan de hacer cruzar las fronteras, lucran por el traspaso de menores, donde existen transgresiones a las normas de migración, la presunta víctima que cruza busca a esas personas llamadas “Coyotes”, argumentó Quispe.
Las autoridades policiales y las personas que impulsan la lucha contra la trata y tráfico de personas hacen un llamado a los padres de familia para que ejerzan mayor control sobre sus hijos, mantengan una fluida comunicación para que no sean presas fáciles de organizaciones criminales.
“Realizamos labores preventivas de educación en los diferentes establecimientos de la urbe paceña, pero lo más importante es que los padres de familia tengan mucho cuidado en tomar contacto con esta clase de personas y que cuiden a sus hijos”, afirmó el director de la Fuerza Anticrimen Rosalio Alvarez.
Actualmente El Código Penal establece una sanción de privación de libertad, entre 8 a 12 años para quienes cometen este delito de trata, siendo una medida que no admite perdón judicial o la suspensión condicional del proceso. Así también la Asamblea Plurinacional propone encarcelar hasta por 12 años a quienes resulten culpables de emitir mensajes obscenos o publicar avisos de oferta sexual debate que aun se encuentra en deliberación por contar con algunos vacíos legales.
Respecto a este problema social que crece cada día en nuestra sociedad el ciudadano de a pie también esta preocupado y en su mayoría culpan a las nuevas políticas gubernamentales y otros al descuido y la división familiar que existe en los hogares bolivianos por falta de fuentes laborales.
“Es un mal que nos perjudica pero la responsabilidad es de los padres que no cuidan a sus hijos, hace falta darles una mejor educación en los hogares”, aseveró Juan López.
“Esto viene de familias disgregadas por que los hijos salen a la calle y son captados por estas personas que trafican con explotación laboral y sexual, de la misma forma las políticas del gobierno no están bien planteadas cuando incluso se aprueban leyes que hacen permisible los actos sexuales en menores”, sostuvo Dario Villa.
“Es un tema que los gobiernos de todos los países, es el estado el principal protector de las mujeres y niños”, menciono Gabriela Flores.
El estudio realizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), advierte que Bolivia es uno de los cinco países de Sudamérica con más casos de trata y tráfico de personas. Las estadísticas indican que en el primer semestre de 2010, el crecimiento fue de 92,6 por ciento, con relación a la gestión anterior.
Según la OEA, los países República Dominicana, Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina son los que presentan mayores problemas en trata de personas.
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