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viernes, 19 de septiembre de 2014

vuelve El Deber a recordarnos que el pozo 9 de San Alberto está agotado, que las reservas de gas disminuyen ostensiblemente, mientras que las tareas de exploración están lejos de realizarse. sin exploración no hay inversión, por tanto tampoco hay producción y vamor a la deriva como sucedió en Cochabamba. en Perú alentaron inversiones y hoy 3 veces más quehace 5 años. en Bolivia se desalienta la inversión. qué lamentable. se avisoran problemas.

En pocos días han surgido preocupantes noticias sobre el agotamiento de las reservas de gas natural en el país. Es probable que por razones políticas YPFB no haya admitido que el pozo 9 de San Alberto, aquel con el que se descubrió el primer ‘megacampo’ en 1991, se secó para siempre. En aquella época se saludó el descubrimiento con discursos optimistas, aunque las exportaciones estaban frenadas al mínimo porque Argentina estaba tratando de prescindir del gas boliviano. 

Luego, con el contrato de venta a Brasil y el renovado contrato con Argentina, ese megacampo y todos los que se descubrieron después fueron sometidos a una explotación intensiva, a tal punto que el país vive de vender ese gas, para las cuentas legales. Pues ahora aquel pozo se extinguió. Los otros que fueron perforados en ese mismo campo siguen produciendo.

Otra noticia preocupante sobre la inevitable declinación de los campos de gas viene en un informe de YPFB en el que se admite que la producción de los yacimientos ubicados en Cochabamba se agotó a un ritmo preocupante desde 2007 hasta ahora: bajó de 4,68 millones m3/d a 2,46 millones m3/d. Los expertos dicen que eso es inevitable y que por algo se llaman ‘recursos naturales no renovables’, porque hay un día en que se acaban.

Lo que hacen los países que tienen un grado de dependencia similar respecto de esos ingresos es reponer las reservas con nuevos yacimientos, lo que se logra con campañas persistentes e intensivas de exploración.

Perú tenía 7 TCF de reservas en Camisea cuando en Bolivia existían 23 TCF, pero ahora esa relación se ha revertido porque el país vecino alentó las inversiones mientras aquí se las desalentaba. Ahora se anuncia que, esta vez sí, comenzará la perforación petrolera en la zona de Lliquimuni en el norte de La Paz, pero el exministro de Hidrocarburos Carlos Miranda cree que se trata de un anuncio con propósitos electorales. La perforación ha sido programada para el mes de diciembre, sin tomar en cuenta que en los años anteriores se anunció que ese trabajo es imposible en la temporada de lluvias.

Lo que corresponde es que las autoridades miren este tema con seriedad y jamás permitan que se lo distorsione con urgencias electorales. A este ritmo de explotación, en 2017 Bolivia estará en problemas para cumplir sus compromisos de exportación, dice el último informe de Fitch Ratings, mencionado en este medio de comunicación. (F. Carlos Miranda, uno de los más calificados profesionales en el campo de los hidrocarburos)

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