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viernes, 9 de mayo de 2008

hernán cabrera secretario ejecutivo de la federación de trabajadores de la prensa ha escrito patética carta al presidente morales


Usted ha sido producto de la democracia, del voto de los ciudadanos, del ejercicio libre que cada uno tiene de hacer opciones. Usted, en su condición de dirigente sindical, recibió un trato especial de los hombres y mujeres de la prensa.
Ellos recogían sus declaraciones de forma permanente, informaban sobre los bloqueos y marchas que protagonizaba, compartían sus inquietudes, y también lo cuestionaban, pero no se enojaba en esos tiempos de lucha desde las bases. Los trabajadores de la prensa somos parte de este país y de esta democracia que tanto nos costó recuperarla.
Somos un sector social con problemas, con sueños, con ideales, que lucha todos los días, que sufre, se alegra, trabaja por el pan de cada día, se enoja, llora, se enferma y se esfuerza por este país y por nuestra región. También tenemos derechos y obligaciones. No somos un sector privilegiado.
Pues bien, ahí estamos los hombres y mujeres de la prensa del país, preocupados y molestos por una serie de acciones y declaraciones que ponen entredicho la labor periodística, esa que ejercen los obreros de la información y que son empleados de un medio de comunicación.
Hoy en día estamos envueltos en una maraña de situaciones conflictivas, que han degenerado en una permanente y metódica campaña de agresiones y atropellos a la integridad y la vida de nosotros, los trabajadores de la prensa. En estos dos últimos años como que se ha impuesto una cultura del miedo y amedrentamiento al trabajo de nosotros. De ahí los permanentes casos de agresiones físicas y verbales, las cuales hemos lamentado, rechazado y condenado.
El pasado domingo 4 de mayo, día en que se realizó una jornada democrática en Santa Cruz, las agresiones se han incrementado de forma alarmante. En un solo día más de 10 compañeros y compañeras fueron objetos de insultos, puñetazos, piedrazos y en diferentes puntos del departamento de Santa Cruz. Tiene que asumir que la vigencia de la libertad de expresión es requisito fundamental para una sociedad democrática. Y los bolivianos hemos optado desde la República vivir en democracia, la cual tiene todavía muchas deudas pendientes que cubrir.
Queremos recordarle que las agresiones han venido de casi todos los sectores y espacios de poder, pero en su mayoría tienen origen desde los niveles de gobierno, empezando por su autoridad, que en cada discurso o intervención que realiza nos considera sus principales enemigos. No es así señor Presidente. No somos enemigo de nadie, ni de su alta investidura, ni de los ministros de Estado, ni de los policías, ni de los políticos, ni de los dirigentes sindicales, campesinos, indígenas, cívicos o empresariales.
Pero claro que somos enemigos de la corrupción, de los corruptos, de la prepotencia, de la impostura, de la delincuencia, de los abusivos, de los que infringen la ley, de los que trafican, de los que matan y violan. No nos confunda, o mejor no confunda a sus enemigos. Sus enemigos son otros. Recordarle también que usted tiene en su entorno a colaboradores directos y estrechos a periodistas, es gente que usted confía, y son ellos los que saben muy bien cómo es este noble y sacrificado oficio. Creemos que debe escucharlos. Le pasamos un dato importante: en 24 meses de su gestión hay más de 50 casos de agresiones a los trabajadores de la prensa denunciados ante la justicia ordinaria.
La prensa no es culpable de la actual situación de cosas en el país y en las regiones. Lo que hace la prensa es informar sobre todos los hechos y declaraciones; reflejar las realidades; desnudar las debilidades y miserias de la condición humana; denunciar los actos de corrupción y pedir sanciones a los responsables; compartir sueños y proyectos de nuestro pueblo. La prensa está conformada por hombres y mujeres de carne y hueso, con virtudes y errores, que tienen familias y obligaciones, que quieren a su país, a su gente y a sus regiones. Y mucho más asumen la profesión con amor, pasión y responsabilidad. Lo hacen en medio de tantas dificultades sociales, geográficas, políticas y laborales.
De cara al país y mirándole de frente, señor Presidente le exigimos que se acabe con esta cultura del miedo y de acoso a los hombres y mujeres de la prensa de Santa Cruz y de la Nación. Usted debe dar un mandato en uno de sus discursos o intervenciones para que los movimientos sociales que acompañan el proceso de cambio no se estrellen o agredan a los periodistas, camarógrafos, editores, choferes que deben cubrir un conflicto, una marcha, un bloqueo, una reunión, una conferencia de prensa, una entrega de obras, un viaje de su persona o cualquier evento social, político, cultural.
Estamos seguros que una palabra suya será escuchada, porque nosotros lo hemos experimentado decir a varios de los movimientos sociales, que si el presidente dice que los periodistas son sus enemigos, también lo son para nosotros. Definitivamente, no más agresiones, no más atropellos, no más insultos a los trabajadores de la prensa. Nuestra democracia tiene un imperativo la vigencia de las leyes, de las libertades, de los derechos humanos y la democracia nos importa a todos.
Nuestro homenaje a los periodistas en este gran Día, que lo celebraremos trabajando, informando, denunciando y esforzándonos por un mejor país, una mejor sociedad y por un mejor periodismo.

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