El analista económico Gonzalo Chávez, en una entrevistas en La Paz. | EFE
El analista económico Gonzalo Chávez, en una entrevistas en La Paz. | EFE

Experto advierte que Bolivia debe ajustarse a periodo de "vacas flacas"

LA PAZ |
La bonanza que tuvo Bolivia en la última década comenzó a declinar hace un par de años y el país debería ajustar su economía al periodo de "vacas flacas" en que se encuentra, alertó el analista económico Gonzalo Chávez.

Chávez tiene estudios doctorales en la Universidad de Manchester, Inglaterra, y maestrías en las universidades de Harvard, Columbia y la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro.

En una entrevista con Efe, el experto explicó que el país se encuentra desde 2015 en un contexto de "desaceleración" que, si bien es lenta, muestra que la economía boliviana "ya no está con la bonanza del pasado".

Según el también docente universitario, una crisis no se da solo cuando "el enfermo está al borde de la muerte", sino que comienza con síntomas que ya están presentes en la economía boliviana, entre ellos el déficit comercial registrado en los dos últimos años y la caída de las exportaciones.

Otros síntomas son el descenso de las reservas internacionales, de 14.000 a 9.000 millones de dólares, y el déficit público que en 2016 llegó a 6,6  por ciento y para este año se prevé que sea de 7,8 por ciento.

"Estos son datos clarísimos de que ya no estamos en el contexto de bonanza de hace cuatro o cinco años y que estamos enfrentando una situación compleja, tanto el sector privado como el público", dijo.
A su juicio, aunque el periodo de "vacas flacas" comenzó hace tiempo, el país lo está "negando" y se está gastando su "ahorro local", se está endeudando y "comenzando a vivir de fiado".

Cuestionó que el Gobierno siga "comportándose" como si los precios de los recursos naturales estuviesen aún altos y que esté "creando esta burbuja de consumo que lo que ha hecho es básicamente un enorme sector informal y comercial".

Por ello, agregó, "sorprende" que el Ejecutivo "siga aumentando déficit público y presionando al pequeño sector privado nacional con costos que seguramente lo van a asfixiar" y con medidas como el recientemente aprobado incremento salarial.

El economista consideró que se debe buscar políticas para "ajustar la economía al nuevo mundo en el que estamos viviendo, con el precio del petróleo a 50 dólares, con los minerales a la baja, con caída de ingresos".

"No puedes seguir teniendo un nivel de consumo que no corresponde a tus ingresos y esto se debe hacer de manera pactada para que el impacto no sea duro sobre empresarios, sobre trabajadores, sobre sectores específicos, se necesita pactar", enfatizó.

El presidente Evo Morales decretó el pasado 1 de mayo el aumento de 10,8 por ciento para el salario mínimo nacional, hasta el equivalente a 287 dólares, y de 7 por ciento para el sueldo básico o de contratación, que varía en el sector público o privado y según el grupo ocupacional.
El aumento salarial es de cumplimiento obligatorio y retroactivo a enero, si bien las autoridades han anunciado que habrá excepciones para las empresas estatales deficitarias.

La mayor patronal del país ha alertado que la medida agravará la precarización del trabajo y la inestabilidad de las empresas, y además supondrá un gasto extra de 319 millones de dólares en un momento de "franca desaceleración" económica.

Chávez indicó que la "presión adicional" que se está poniendo al sector privado "se traduce en incremento de costos" que tiene un efecto especialmente sobre los pequeños y medianos empresarios.
Entre los sectores más afectados estarán las empresas pequeñas y medianas "que están en mercados muy competitivos, donde inclusive hay una competencia desleal de las importaciones legales e ilegales", dijo.

"Estas industrias pequeñas y medianas nacionales tienen competencia entre ellos y competencia externa, por lo tanto no pueden repasar sus costos laborales, que han aumentado por el incremento del salario, a sus precios", explicó.

A estas empresas les quedan tres caminos: "o se cierran, o se van total o parcialmente al sector informal, o despiden trabajadores", añadió el experto.

Algunas autoridades han destacado que en los últimos años aumentó la tasa de crecimiento de las empresas en el país, sin embargo, para Chávez, es importante ver "cuáles son esas empresas que están aumentando".

"La mayoría que crece está vinculada al comercio, servicios, restaurantes y esas tienen una vida de dos, tres años y se cierran. Pero las empresas productivas, las que generan un empleo sostenible están con problemas", indicó.

Recordó que el aumento salarial es para el 20 por ciento de la población económicamente activa, que se desempeña en el sector formal, mientras que el restante 80 % "vive en el sector informal, donde la regulación estatal de salarios no llega".

Chávez enfatizó que la política de un país tiene que "equilibrar" el tema salarial con la generación de "empleos de calidad" y apuntó que lograr esto último "cuesta muchísimo", sobre todo en el sector productivo.

El analista lamentó que en el país se haya producido "un espejismo macroeconómico", pues el Gobierno "solo mira las cifras macroeconómicas", pero problemas como la baja productividad, subsidios, déficit y ninguna diversificación productiva saltan a la vista cuando uno mira la "tomografía de este cuerpo económico".