El enfrentar el mundo actual lleno de incertidumbres requiere que el manejo de la industria petrolera nacional sea realizado con la observancia de criterios técnico económicos apartándose de los objetivos exclusivamente políticos como se ha hecho hasta el presente
Tres acontecimientos ocurridos a finales del año pasado han establecido una especie de marco para el desarrollo futuro de esta industria energética.
El Acuerdo de París, un convenio internacional de un plan sostenido y a largo plazo para evitar la emisión de gases que provocan el calentamiento del planeta, es el más importante.
Por otro lado, en la última reunión anual de OPEP se ratificó la política de no reducir producción y elevar precios para enfrentar sobreofertas de petróleo. Se ha dejado al mercado fijar cotizaciones y solucionar sobreofertas, lo cual significa que no se sabe hasta dónde descenderán los precios internacionales del petróleo.
Finalmente, las resoluciones de la Conferencia del Trabajo Económico de China realizada en Beijing, han reafirmado la decisión de mantener una política de crecimiento económico moderado en ese país. Lo anterior implica que China no aumentará el nivel de importaciones de materias primas de los países en desarrollo y por tanto no crecerán los requerimientos energéticos de esos países.
Las grandes empresas petroleras fueron las primeras en reaccionar al marco antes señalado, indicando que sus presupuestos de inversiones para el 2016 de austeros serán reajustados a políticas de ahorro. Están limitando proyectos en ejecución y postergando nuevos, inclusive están quedando cesantes profesionales altamente calificados. La exploración por nuevas reservas se ha vuelto muy selectiva y se limitará a regiones con muy alto atractivo geológico.
Se espera que la inversión petrolera extranjera en Latinoamérica esté muy limitada tal como lo advierten Moody`s y otras empresas.
Del Acuerdo de París se desprende que el gas natural será el combustible privilegiado para la transición de los actuales combustibles a los con menor contenido de carbón. Somos el mayor exportador de ese combustible fósil y nuestros principales mercados son Argentina y Brasil, por tanto, la reacción de estos países a las nuevas circunstancias nos es muy importante.
En Brasil, Petrobras continúa desangrándose por una gigantesca trama de corrupción. Ese desgraciado protagonismo no sólo ha afectado a la empresa petrolera estatal sino que se ha transmitido a grandes empresas constructoras habiendo todo ello dado lugar a una crisis política. Le tomará varios años al Brasil y Petrobras recuperar la prestancia que tenían.
Argentina, hace tres años depositó todas sus esperanzas en el desarrollo de Vaca Muerta para salir de una crisis energética que viene arrastrando desde hace varios años. Vaca Muerta es una de las áreas geológicas con grandes reservas de petróleo y gas de lutitas. No obstante los intensos trabajos de los que es objeto, Vaca Muerta continúa como tal y no se ha logrado obtener producciones importantes. Argentina dependerá de gas importado por muchos años. Por eso, además del gas de origen boliviano, está buscando activamente mayores facilidades para la recepción de GNL.
Nosotros no estamos interpretando correctamente las señales actuales en la industria. Acabamos de aprobar un Presupuesto Nacional con el petróleo a $us 45,30/barril cuando el precio en el mercado está en $us 31/barril.
La industria está restringiendo sus inversiones y nosotros acabamos de transferir más de Bs 1.000 millones de reservas del BCB para continuar la construcción de la Planta de Fertilizantes en el Chapare. Decisión buena de hace dos años pero pésimamente implementada porque continuamos con una planta inconclusa en el medio de la selva, esperando la construcción de su propio ferrocarril para movilizar producción.
El precio del gas a $us 10/MMBTU, está sumamente lejano. Debemos dedicar nuestros ingresos a lograr mantener nuestra posición de gran productor de gas natural.
Podemos continuar siendo el mayor exportador del combustible de transición si fortalecemos nuestros cuadros de exploración con personal altamente calificado que actualmente está disponible para descubrir mayores reservas.
El enfrentar el mundo actual lleno de incertidumbres requiere que el manejo de la industria petrolera nacional sea realizado con la observancia de criterios técnico económicos apartándose de los objetivos exclusivamente políticos como se ha hecho hasta el presente.
El autor es ingeniero petrolero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario