Aún antes de haberse producido la gran revolución en la Francia de 1789, el barón de Montesquieu escribió su célebre obra El espíritu de las leyes, en la que perfiló la forma de gobierno bajo los tres poderes que, interdependientes entre sí, constituyen el fundamento de la democracia y la base de la organización política en la mayoría de los Estados del mundo. Fue un hito en el proceso de desarrollo del Derecho Constitucional.A los tres poderes clásicos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), el proyecto de Constitución que el Gobierno someterá a referéndum el 25 de enero próximo ha añadido el Poder Electoral, con la misma jerarquía que los tres mencionados.
Ese nuevo poder emergente, cuya cabeza institucional es la Corte Nacional Electoral (CNE), ha sorprendido a la ciudadanía al conminar al Poder Ejecutivo a suspender el estado de sitio en Pando; y en caso de no hacerlo, a paralizar el referéndum a partir del 23 del mes en curso. ¿Es ésta una señal de ‘interdependencia’ de los poderes del Estado?La ciudadanía otorga el beneficio de la duda toda vez que el Gobierno del MAS, desde la misma fecha de su posesión, ha procedido a desmantelar de manera sistemática el andamiaje institucional de la democracia, edificado en un cuarto de siglo de luchas sociales, políticas e institucionales.
El Poder Electoral estuvo, durante años, presidido por el Dr. Huáscar Cajías, ilustre ciudadano de conducta profesional intachable y fuera de toda sospecha, que garantizó la esencia jurídica de aquella institución, que es la neutralidad y la defensa de la pureza del voto ciudadano, origen primigenio y sagrado de los poderes públicos.
El actual presidente de la CNE representa a un Gobierno que, hoy por hoy, ha demostrado un desprecio total por la institucionalidad democrática de la República; los ciudadanos miran con asombro desplomarse en pedazos el Estado de derecho y surgir, de entre sus escombros, un régimen autoritario, represivo y policiaco.Surge, por tanto, la sospecha de que la conminatoria de la suspensión del estado de sitio en Pando y la puesta en libertad de la treintena de ciudadanos confinados no sea si no otra de las estratagemas del Gobierno para ganar tiempo y ajustar los mecanismos de control de un proceso electoral con ventajas y cartas marcadas.
Hubo un tiempo no muy lejano cuando imperaba la llamada ‘democracia del cero’ durante el apogeo del régimen del MNR, de sus milicias armadas y sus ‘barzolas’, en el que los ciudadanos concurrían a las urnas sin más opción que la ‘papeleta’ única –la rosada movimientista– bajo el acoso de las turbas de la época y del policiaco ‘control político’.La papeleta multicolor y multisigno y la vigencia del principio de preclusión, que otorgó a los jurados de las mesas electorales el carácter irrevisable e inapelable del escrutinio, fue una conquista democrática reciente que consolidó al Poder Electoral como árbitro neutral y confiable de los procesos de consulta ciudadana.Bolivia celebra la suspensión del estado de sitio en Pando.
* memocapobianco@gmail.com
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