El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) vaticina días difíciles para los trabajadores bolivianos, de no darse un golpe de timón en la política comercial boliviana, especialmente en la relación con los EEUU, se perderá ese mercado que ahora goza de preferencias arancelarias.
“No se trata de perder la dignidad o la soberanía; solo, de ser responsables y de llevarse bien con todos los países del mundo, atendiendo la economía y los mercados externos a fin de precautelar los empleos de los trabajadores bolivianos. ¿Vale de algo el TCP/ALBA con Venezuela si éste compra 1.000 millones de dólares en textiles a Colombia y Perú, y a Bolivia solo 2 millones, y no nos deja que le vendamos más?”, cuestiona el IBCE
El presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Ernesto Antelo López, dijo que el mercado de los EE.UU. es insustituible, no solo por ser el más grande del mundo, o por ser el mejor pagador, sino por su transparencia y previsibilidad para los exportadores, siendo que no opone los obstáculos arancelarios y no arancelarios como otros países hacen con Bolivia.
Refirió como ejemplo, los “pomposos” Acuerdos Comerciales firmados por Bolivia con Venezuela (TCP/ALBA) y con Argentina-Brasil (ACE 36), cuyos mercados si bien “formalmente” están abiertos, operativamente están “cerrados con siete llaves” para las ventas bolivianas, por su actitud su proteccionista.
A BOLIVIA 2 MILLONES A OTROS 1.000 MILLONES
“El año 2007 Venezuela compró 1.000 millones de dólares en confecciones textiles a Colombia y Perú, pero a Bolivia solo 2 millones de dólares. ¿Alguien debería sentirse feliz con este resultado? Ahora mismo, ese país no quiere recibir textiles bolivianos”, reclamó Antelo.
“Brasil compró miles de productos por más de 100.000 millones de dólares el 2007, pero a Bolivia solo 25 millones, aparte de hidrocarburos y minerales; el costo del trámite para venderle bienes con valor agregado neutraliza tal posibilidad, y otro tanto pasa con la Argentina”, dijo.
Para Antelo, es una lástima que Bolivia pierda el Atpdea en octubre próximo, justo cuando debía asegurarse el mercado más grande del mundo, en la antesala de una crisis financiera, económica y comercial a escala mundial.
Dijo que el “coletazo” de la crisis se sentirá en el sector real de la economía boliviana, y el elemento de transmisión serán las exportaciones. Siendo que un 70% de las exportaciones del país son materias primas, la baja de precios impactará negativamente en los ingresos de divisas y empleos.
“Es previsible que los mercados se vuelvan aun más restrictivos y proteccionistas; por tanto, veo hacia adelante días de sufrimiento para los trabajadores y sus familias, si es que no se da un giro inmediato de 180 grados en la forma de hacer las cosas en materia de las políticas que afectan a la economía y dentro de ésta, al comercio y las exportaciones, perdiendo mercados, hipotecando nuestras posibilidades de desarrollo” sentenció.
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