El sábado comenzó mal la sesión de Congreso que fue convocada para someter a aprobación la ley del referéndum por constitución.
De entrada nos topamos con el doble discurso del Vicepresidente de la República y Presidente Nato del Congreso, quien por un lado declaró frente a las cámaras que todos los medios, incluso los privados, podían retransmitir el debate que se estaba instalando en el hemiciclo parlamentario. Sin embargo la prensa no tardó en comprobar que esta declaración no pasaba de ser un ardid ante la prensa internacional, un discurso for export para dejar constancia que el vice estaba siendo “democratico”.
La realidad mostró que fue precisamente el vice quien dio la orden de que se niegue el ingreso a los medios de prensa.
Después de 48 horas, el domingo por la noche continuó causando escozor la negativa al ingreso de los medios informativos. Pero la censura a la prensa ha tenido sostenibilidad más allá de todos los pedidos, de las críticas y solicitudes hechas. Se asegura que el Vicepresidente García Linera ha seguido negando en forma contundente esta posibilidad, y que incluso lo habría hecho en presencia de los veedores internacionales congregados en el Congreso, cuando frente a ellos se arrogó la responsabilidad y reiteró que no levantaría esta medida de prohibición.
Consideramos que esto debe quedar registrado a beneficio de inventario, por todo lo que pueda pasar no sólo en la sesión de Congreso sino también a futuro, porque estamos ante una franca censura y veto a la información, que ya comienza a ser preseleccionada para su entrega a la ciudadanía.
Podemos considerar que ésta también es una manera de presionar a los parlamentarios opositores, quienes no dejan de sentir temor ante esta y otras actitudes que se convierten en francos mecanismos de extorsión, con los que se les está haciendo sentir que el poder y las decisiones están en manos del gobierno y sus huestes que se aproximan y que entrarán a la ciudad en horas de la madrugada de este lunes.
Se habla de más de cien mil marchistas movilizados, una cifra que plantea todo lo que es capaz de hacer el gobierno, los gastos que está erogando, el derroche de recursos a fin de ejercer este recurso de intimidación y lograr por “las malas” lo que no ha podido hacer en el país por las buenas.
En este contexto de alta gestión en provocación de crisis y conflicto, el dirigente masista Fidel Surco, dijo que no se responsabilizaba de lo que pueden hacer los marchistas si los parlamentarios no “apuran” la aprobación esta misma noche. Esto no nos sorprende porque sabemos que Evo Morales y los suyos están apurados por su tiempo político, y por los gastos que le significan mantener la marcha, no así por encontrar el camino de una verdadera concertación, pacificación o pacto social.
La senadora Leonilda Zurita a la cabeza de un grupo de sus correligionarios que vienen marchando, sin mostrar ningún tipo de respeto al parlamento del que forma parte, expresó que el Congreso debió haber sido cerrado en el año 2006 y que si no se lo hizo entonces se debe cerrar después de la sesión congresal que está en curso, planteando que los parlamentarios no sirven para nada y no cumplen otro papel que no sea el de contravenir los deseos y aspiraciones de su partido. Tremendo papel para una parlamentaria que reniega de la función política a la que se candidateó y que le fue otorgada mediante voto del pueblo.
Estas son las graves contradicciones en las que incurre el gobierno, que tal como lo ha hecho en anteriores ocasiones, supuestamente acude al parlamento para obtener una ley, pero no espera debatirla, no hace negociaciones sino que atropella, impone y finalmente amenaza y si es necesario hace uso de la violencia y la fuerza. ¿De qué democracia estamos hablando?
En la misma lógica un grupo de Masistas se sumó a las presiones llegando hasta el aeropuerto de El Alto para amenazar con cerrar la pista y no permitir que los parlamentarios regresen a sus regiones sin aprobar la ley que exigen.
El tema en el que se trabó el diálogo fue el de la reelección presidencial porque como es de conocimiento general Morales no ceja en su decisión de renunciar inmediatamente después de la supuesta aprobación de su constitución para poder candidatearse, hacer uso del padrón que le garantiza los votos que necesita y poder ejecutar sus planes él mismo, luego después de su reelección, algo que tampoco es democrático y que se constituye en una prueba más de que su proyecto de constitución es un traje confeccionado a su medida.
Sabemos que el día “agitado” no terminará en las misceláneas que les acabamos de contar, ni guardará el ritmo rockero de los beatles, pues este anochecer agitado viene con otro ritmo, es una protesta que tiene músicos y jefes de orquesta que no encarnan un pedido de paz sino que repiten obstinadamente una letanía que se quiere imponer a todos.
El MAS y el Ejecutivo no cejan en hacer demostraciones de fuerza, con lo que nos dejan en claro que no sólo no vienen en son de paz, sino que de aquí en más y pase lo que pase siempre estarán dispuestos a hacer la guerra y a imponer por "las malas" lo que Evo no supo hacer por "las buenas".
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