en extenso artículo el gran diario La Nación nos ofrece un análisis completo de lo que ha sido y es actualmente el conflicto por el petróleo que en su parte final subraya:
Lo que vendrá ¿Hubo, acaso, algún saldo positivo para Washington durante estos años? Sí. Para empezar, reafirmó que, aun sin apelar a su arsenal nuclear, su poderío militar es inigualable. Y a diferencia de lo que ocurrió con Vietnam, esta vez su sociedad cobija a sus veteranos. También confirmó que sus acciones y omisiones -allí, en Afganistán, Irán, Pakistán, Siria, el Líbano o los Territorios Palestinos- son seguidas con atención alrededor del mundo. Continúa siendo un parámetro, para bien o para mal. Aún queda por precisar, no obstante, si la doctrina de los "ataques preventivos" seguirá en pie cuando Bush se marche de la Casa Blanca. Es notable, por lo pronto, que sus aliados más cercanos que validaron esa teoría y lo acompañaron en el ataque hayan tenido que dar un paso al costado: el británico Tony Blair, Aznar, el italiano Silvio Berlusconi, el australiano John Howard. Otra buena nueva para Washington es que, como lo demuestran las encuestas en la Argentina, América latina y otras partes del mundo, su imagen negativa tiene todo que ver con Bush y no tanto con el país en sí. Sin importar quién lo reemplace en enero de 2009, su salida renovará las esperanzas globales. Qué ofrecerá el futuro, claro está, dependerá también de quién triunfe en las urnas de noviembre. Si gana Obama, o Clinton, podría darse una retirada por etapas, pero si vence el republicano John McCain, el plan será establecer una presencia militar, como en Corea del Sur o Alemania, durante "quizá 100 años", según adelantó. Una fecha precisa de repliegue dependerá también de cómo continúe la escalada. Todas las variables negativas -ataques, muertes- han bajado, al igual que mejoraron otras -provisión de servicios públicos, producción petrolera y gestión federal-. Pero esos ejes tienen un límite preciso: la voluntad de avanzar unidos de sunnitas, chiitas y kurdos. Para Bush, en tanto, el sentido de la guerra mutó por completo durante estos 5 años. Ya no expone los frutos de una victoria -un Irak estable, el colapso de Irán y Siria, la democracia germinando en la región-, sino los fantasmas de una derrota. "Las consecuencias de un fracaso en Irak serían muerte y destrucción en el Medio Oriente y aquí, en Estados Unidos", dijo en 2007. ¿Qué fue de aquel líder optimista que se ufanó de su paz de espíritu ante Aznar? Algunas cifras
El número de muertos en el frente iraquí varía según la fuente, con una oscilación que va desde 150.000 hasta 600.000. En el caso norteamericano, se calculan 4000 soldados muertos y 29.000 heridos desde el comienzo del conflicto.
El 43 por ciento de los iraquíes vive en absoluta pobreza, de acuerdo con la organización humanitaria británica Oxfam, mientras que unos ocho millones necesitan asistencia humanitaria. Uno de los principales obstáculos para la reconstrucción del país es la corrupción. En el ranking internacional de corrupción elaborado por Transparencia Internacional, Irak figura tercero, entre los peores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario