Bolivia es el único país en la región que tiene excedentes de producción de gas natural y los exporta a Argentina y Brasil. Estos países satisfacen su demanda añadiendo a lo importado de Bolivia GNL de ultramar.
Por el Acuerdo de París, el gas natural se ha convertido en el combustible fósil de transición, por tanto la oferta y consumo de gas tenderán a crecer. Así, en la industria del GNL se están aumentando el número y capacidad de plantas de licuefacción, plantas de regasificación, tanqueros de mayor capacidad, y avances tecnológicos para reducir costos de licuefacción.
Nosotros estamos concluyendo un proyecto de GNL. Estimado lector no se haga muchas ilusiones con esa planta, como pasaremos a ver.
El proyecto fue concebido para abastecer de gas a poblaciones menores alejadas de los gasoductos. Para este efecto se tiene que enfriar el gas a -160º C, convirtiéndolo en líquido, (GNL), transportarlo en camiones cisternas criogénicos refrigerados y en su destino regasificar el GNL en una planta de regasificación para que así el gas, a través de un distribuidor, llegue al consumidor final.
Un hábil vendedor, en 2012, ha convencido a YPFB y las autoridades que este complicado y sofisticado sistema, cuya construcción duró tres años, con una inversión superior a los 150 millones de dólares, es mejor que el clásico "gasoducto virtual”, consistente en utilizar cilindros de gas comprimido enviados por camiones corrientes accesibles a nuestro sistema carretero.
Lo sorprendente es que ahora casi no se menciona el abastecimiento interno como objetivo de este proyecto sino, como una nueva manera de exportar gas a los países vecinos.
En esta actividad la economía de escala es decisiva. La exportación e importación de GNL se realiza con la producción de grandes plantas licuificadoras, transportada por barcos metaneros. La planta más pequeña que existe es la ubicada en Pampa Melchorita en Perú, con una capacidad de 4,4 millones de toneladas métricas/año, o sea 57 veces más grande que la nuestra en Rio Grande. Si se cumple la producción prometida de 7.6000 toneladas/año.
Esa producción será transportada por 34 cisternas criogénicos, de 15 toneladas cada una.
Querer abastecer el mercado interno y exportar GNL con las instalaciones actuales en Río Grande parecería jugar al comercio del GNL con miniaturas de Alasita.
Volviendo al GNL comercial. En irónica coincidencia, a 30 días del comienzo de la Feria de la Miniatura, Alasita, Estados Unidos ha comenzado a exportar shale gas licuificado como GNL desde Luisiana.
La exportación de shale gas como GNL despertó una gran expectativa porque Estados Unidos ha reducido aproximadamente en un 50% el costo de construcción de las plantas de licuefacción.
Un primer embarque de 85 millones/m3 de gas convertidos en GNL es el inicio de una prueba que se está realizado entre Estados Unidos y Brasil. La vendedora norteamericana tiene la capacidad de licuefacción y transporte como para sustituir el suministro de un gasoducto a Brasil de ± 30 millones m3/d. Esto podría ser una realidad si se llega a precios del shale gas licuificado aceptable para ambas partes.
La prueba recién se ha iniciado y se conocerán resultados en un par de meses más.
Por su lado, Argentina está buscando obtener GNL gasificado lo más cerca de sus fronteras para poderlo introducir a su sistema de gasoductos sin tener que construir plantas de regasificación. En ese sentido está realizando una prueba con GNL regasificado en Chile y llevado a la Argentina a través de gasoductos actualmente sin uso.
A su vez, Uruguay está construyendo una planta regasificadora para recibir GNL, regasificarlo y enviarlo por gasoducto al mercado argentino.
Chile estaba programado a ser el primero en recibir shale gas licuificado como GNL. Los barcos metaneros son demasiado grandes para el Canal de Panamá en su actual estado. Las ampliaciones de esta vía están demoradas; por tanto, el envío de shale gas norteamericano como GNL para Chile no tiene fecha.
Las grandes transformaciones en el comercio del GNL, buscando hacerlo competitivo con el transporte de gas por gasoductos, estarán en su apogeo de 2020 para adelante. Como en esa década fenecen nuestros contratos de exportación con Argentina y Brasil, debemos estar muy atentos a los desarrollos del GNL, que se insinúa como nuestro principal competidor.
Carlos Miranda Pacheco es ingeniero y analista energético.
No hay comentarios:
Publicar un comentario