suele ofrecernos a sus lectores, sabroso material informativo, recogido de sucesos de la vida real. Reproducimos aquí, una parte de la extensa crónica sobre:
Un "secuestro express" por día se comete en la ciudad de La Paz
Recomendaciones
Recientes reportes de Tránsito señalan que en en la ciudad de La Paz operan 74 líneas de radiotaxis legales. Y según revela el mayor Teddy Aníbarro, al menos la mitad de las empresas se han visto involucradas en “secuestros express”, es decir, más de 38 líneas.
El dirigente radiotaxista Héctor Maqueda Arias coloca en duda las cifras de la Unidad Operativa de Tránsito. “La verdad es que no podemos hablar de tanta gente involucrada. Es cierto que hubo algunos casos, pero serán unos cinco, no más. No creo que sea más del 50 por ciento de las empresas las que están involucradas”.
Él trabaja en la empresa Taxífono (“la primera empresa de radiotaxis en La Paz, que tiene 34 años de vida”) y rememora que su persona y colegas solicitaron a la Policía que cuide por la integridad física de los clientes y de los choferes. “No se olvide que hace tiempo hubo ‘cogoteros’ que mataban (a los conductores) para robarles los vehículos. Había mucho peligro para nosotros y hace cuatro años hemos pedido que se nos permita usar armas para defendernos de los maleantes, pero no nos dejaron”.
Con respecto al proyecto TIC, Maqueda expresa que desde hace años en su línea es un requisito indispensable para los choferes presentar certificados de Tránsito y de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen. “El problema de ahora es que los radiotaxis que se crean solamente pretenden lucrar y por lo tanto reciben a choferes sin verificar la plenitud de sus antecedentes. Entonces, no se puede poner las manos al fuego por estas empresas ni por estas personas”.
Por lo pronto, tal como lo aseveran las tres autoridades policiales entrevistadas por la revista, resulta más eficaz prevenir los atracos antes de subir a un vehículo. Las recomendaciones abundan para evitar que los “secuestros express” se propaguen. Teddy Aníbarro aconseja que sólo se empleen radiotaxis conocidos o que operan por zonas determinadas. Además, indica que es preferible esperar que pasen uno o dos vehículos antes de tomar algún medio de transporte, anotar la placa del motorizado que se va a abordar, ir en el asiento trasero, colocar los seguros en todas las puertas de acceso y exigir que nadie más suba al vehículo y que éste no se desvíe de una ruta establecida…
El fiscal De Canedo también solicita a la población que colabore con las investigaciones. “En todos los casos que hemos logrado solucionar hubo una participación activa de las víctimas, quienes han seguido con el proceso hasta el final”. Lo que suele suceder,
según el representante del Ministerio Público, es que los afectados no acuden a la justicia después de que son objeto del delito.
El actual Código Penal, en su artículo 332 (robo agravado), establece que en estos casos “la pena será de presidio de cuatro a doce años”. Hay otras variables para determinar la cantidad de años de reclusión, por ejemplo, la pena empeora “si el robo fuere cometido con armas o encubriendo la identidad del agente; si fuere cometido por dos o más autores o si fuere cometido en lugar despoblado”.
Correr y correr
El investigador Nava, de la Unidad de Delitos Contra la Propiedad, despertó a las cuatro de la mañana del jueves 27 de diciembre de 2007 con el timbrar del teléfono. En el otro lado de la línea telefónica estaba la historia de Franklin, quien escapó de sus captores mientras éstos dormían. Él se soltó las ataduras de las manos, levantó su celular que estaba sobre la mesa, salió despacio de la casa y empezó a correr.
Se dio cuenta de que estaba en la zona de Villa Copacabana. Estacionado, cerca de la puerta de entrada, vio el radiotaxi blanco que había tomado un par de horas antes. Corrió, corrió y corrió sin parar. Llegó hasta el Hospital Obrero de Miraflores. Ahí le curaron los golpes, pues tenía la cara hinchada, en especial los pómulos. Llamó a la Policía y el investigador Cava lo atendió. Un fiscal de turno y un grupo de policías acudieron al sitio donde Franklin estuvo plagiado. Atraparon a los dos individuos que dormían, mientras que un tercero “se anotició” de los hechos y no volvió a la casa. Hasta ahora se encuentra prófugo.
Lo que le sucedió a Franklin Mayorga Rubens —nombre tomado al azar y que no es de la víctima que vivió aquella pesadilla el 27 de diciembre— no es un hecho casual. Las estimaciones del Ministerio Público señalan que casi a diario se presenta un caso de estos “secuestros rápidos”. Lo único que se necesita es un auto con un letrero de taxi o luminaria de radiotaxi, unos dos cómplices y una persona que estira la mano para detener el vehículo y abordarlo.
En la ciudad de La Paz se ha registrado a unos ocho mil conductores de taxis y radiotaxis. Sin embargo, se ha descubierto que 700 tienen antecedentes delincuenciales. Entre los choferes observados hay personas involucradas en crímenes y robos.
Los “secuestros express” son una réplica de delitos similares que se dan habitualmente en Colombia y Perú. Las primeras víctimas fueron turistas extranjeros que abordaron vehículos en cercanías del aeropuerto de El Alto y la terminal de buses
El “club 700”
El domingo 13 de enero, la Policía Nacional presentó los resultados de su proyecto TIC (Tarjeta de Identificación de Conductores) que fue implementado desde 2007 por Tránsito y el Viceministerio de Seguridad Ciudadana.
Se levantó un censo de los conductores y se verificaron sus antecedentes en la Policía. En Tránsito —según la Agencia Boliviana de Información— ocho mil conductores se sometieron al plan. De esta cifra, 4.500 choferes afiliados a las empresas de radiotaxis de la ciudad de La Paz tienen la autorización de funcionamiento legal y cuentan con el documento.
En tanto que de 700 conductores se encontraron antecedentes delincuenciales con menor y mayor grado. Jorge Ayala Vargas, jefe de Servicios Públicos del Organismo Operativo de Tránsito (que llevó a cabo los datos estadísticos del plan), explicó que la Policía no priva del derecho al trabajo de los conductores observados y lo único que hace es informar a las empresas sobre estas observaciones.
En entrevista con Domingo, la autoridad indicó que hay personas prontuariadas con antecedentes por homicidio, robo y estafa, entre otros. Ninguno fue obligado a dejar de trabajar; sin embargo, se dejó bajo la responsabilidad de las empresas su contratación o no. “Es una decisión de la empresa y del conductor; por lo general, éste se siente separado y marginado cuando ve que sus demás compañeros tienen la tarjeta y él no, entonces se aparta”.
Para recabar la tarjeta de identificación, obligatoriamente el chofer debe tener el certificado de antecedentes expedido por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y el certificado de archivo de antecedentes de Tránsito.
Otros planes colaterales que hace el Organismo Operativo de Tránsito son el Plan Ciclón y Vigilancia y Protección. Se trata de batidas de control para ver qué choferes y empresas acatan las disposiciones del Gobierno y la Policía.
TEXTO • Redacción Domingo
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