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sábado, 5 de noviembre de 2016

no se pone en duda la capacidad de Carlos Miranda como experto en hidrocarburos. sus informaciones son de primera mano y sus predicciones camino de la realidad. lamenta la desastroza forma de manejar la economía de Venezuela, que consigue por obra de Maduro, hacer desaparecer el fruto de más de dos mil millones de barriles de petróleo por dia.

Precios futuros del petróleo y el gas


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Carlos Miranda Pacheco

Existe gran expectativa por los acuerdos a los que podría llegar la OPEP en su reunión de fin de mes con Rusia y otros exportadores. Si llegan a un acuerdo establecerán un techo de producción para eliminar la sobreoferta de petróleo y, posteriormente, un plan acordado para aumentos de producción y precios controlados. Lograr un acuerdo de esta naturaleza no será fácil porque hay serios intereses contrapuestos entre los países exportadores OPEP y no OPEP.
Al igual que en la fallida reunión de Doha, los impulsores para este nuevo acuerdo son los mismos, pero de abril a la fecha sus posiciones han sido modificadas.

Arabia Saudita, comandando a la OPEP, ha anunciado que el próximo año una de sus empresas productoras más grandes registrará acciones en las bolsas de valores. Por tanto, cuanto más alto sea el precio del petróleo le será de su conveniencia.

Venezuela se considera la más afectada por la caída de precios; por tanto, busca vehementemente cualquier incremento de precios del petróleo. La triste realidad es que la economía de este país está destrozada por la influencia en su manejo de los Merlines Caribeños del siglo XX. Éstos han superado a sus antecesores de la Edad Media. No tratan de convertir piedras en oro, más bien, hacen desaparecer los ingresos por la producción de más de dos  millones de barriles de petróleo por día. El señor Maduro, aparentemente, era muy eficiente llevando el maletín de documentos del extinto presidente Chávez, pero ahora, como su sucesor, está manejando la economía de su país en forma desastrosa.
Irán no está de acuerdo con una reducción en su actual producción. Aduce que dejó de vender los años que estuvo bajo las sanciones por su política nuclear, cuando se tenían los mejores precios del petróleo. Ahora tiene planes de llegar a una producción de cuatro millones de bpd.

Durante estos años de precios bajos del petróleo, Rusia ha tomado la política tradicional del minero chico boliviano: si los precios internacionales caen se produce más para asegurar un flujo de caja adecuado.

Con esa política, Rusia, actualmente, es el mayor productor y exportador del mundo, con 11 millones bpd y nueve millones bpd, respectivamente. Con el fin de lograr un acuerdo de elevación en los precios del petróleo, Rusia indica que aceptaría moderados recortes en su producción y que aspira tener 60 dólares/barril para llegar a un acuerdo de control de precios.

Como se puede ver, el posible acuerdo requeriría serias cesiones por parte de sus integrantes.

Dentro de esos grandes dilemas y contradicciones estamos nosotros como minúsculos importadores de diésel y gasolina,  pero razonablemente importantes como exportadores de gas.

Los beneficios de importar diésel más barato resultaron ser ínfimos, comparados con los perjuicios por los ingresos que hemos dejado de percibir por la caída de los precios del gas. Unos 200 millones de dólares de ahorro en la compra de diésel, frente a la pérdida de casi  3.000 millones  de dólares en la exportación de gas.

Como se puede ver, estimado lector, los productores y exportadores de petróleo más grandes de la industria (OPEP y Rusia) están tratando afanosamente de lograr un acuerdo a fin de reducir la producción y dejar que el incremento vegetativo de la industria absorba la actual sobreproducción. La OPEP y los grandes exportadores esperan, si se ponen de acuerdo, que con una producción reducida por seis meses se estabilizaría el mercado.

Por todo lo anterior, es casi increíble que los encargados de la conducción petrolera nacional se abstraigan de los precios reales del petróleo. Muy sueltos de cuerpo,  que es su costumbre, oficialmente han indicado que el Presupuesto Nacional de  2016 ha sido elaborado asumiendo un precio del petróleo WTI 58 dólares/barril. Hace más de un año que el precio del petróleo WTI, referencia para la fijación de nuestros precios de exportación de gas,  no ha alcanzado siquiera los   51 dólares/barril. Ninguna empresa petrolera del mundo ha elaborado su presupuesto para   2016 con 58 dólares/barril.

Pero, más aún, sin tomar en cuenta las futuras cotizaciones, utilizando  58 dólares/barril del WTI, el Gobierno ha presentado los ingresos nacionales por exportación de gas hasta  2023. Esto es un engaño demagógico, dando cifras para el futuro que no tienen ninguna base cierta al presente.

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