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sábado, 8 de marzo de 2014

interesante que había sido una sobrina de Goni Marina Nocilla que convenció al expresidente a intervenir en el film "un minuto de silencio" que describe lo de Chaparina con gran realismo y presenta testimonios invalorables de la historia reciente que condenan a Evo. el desencanto de los originarios.

Pablo Ortiz  -portiz@eldeber.com.bo
Ella está convencida de que Ferdinando Vicentini logró hacer una película equilibrada sobre la última década en Bolivia. Marina Nocilla, esposa y productora del director italiano, lleva tres años involucrada en el proyecto, pero su esposo dedicó cinco años de su vida a la película. En ese tiempo, viajó seis veces a Bolivia y cinco a EEUU. Consiguió testimonios valiosos y que Goni le abriera la puerta de su casa. 
 ¿Cómo nació la idea de hacer esta película?
Mi esposo ha hecho varias películas y varios documentales en Europa y hay un actor con el que siempre trabaja, el croata Rade Serbedzija (actor con muchos papeles pequeños en películas de Hollywood). La hermana de Goni se casó con un diplomático yugoslavo y sus hijas nacieron en Belgrado. Una de ellas, Nina, se casó con Rade. En una visita que les hizo Vicentini, ella le propuso hacer un documental sobre la historia de su tío, que había sido presidente en Bolivia. A mi él le pareció interesante y comenzó a investigar.


 ¿Fue fácil convencer a Sánchez de Lozada?
Se fue a ver a Goni a EEUU, pero  no confiaba en él, porque no confía en los periodistas. Después de muchas entrevistas y viajes al final consiguió su autorización para utilizar las imágenes en el documental. Después, investigando la historia, se vino a Bolivia, entrevistó a Carlos Mesa y cuando llegó se encontró con la segunda elección de Evo en Villa Tunari. Hizo las primeras imágenes del documental.
 ¿Qué impresión se llevó de Evo en ese momento? 
Quedó entusiasmado con el presidente indígena y la revolución social. Tiene que pensar que en Italia la política es un asco. Al ver la revolución y el presidente indígena, quedó más envuelto en esta historia. En lugar de hacer un documental sobre la caída de Goni, se extendió a lo que sucedió después. Han cambiado muchas cosas en la percepción de mi esposo, porque han pasado muchas cosas también.
 Tal vez lo que más influyó en ese cambio de visión fue lo que pasó con la marcha por el Tipnis en Chaparina.
Sí. Mi esposo ya estaba cerrando el documental y salieron los eventos del Tipnis y tuvo que volver a Bolivia para hablar con los que estuvieron en ese lugar. Los hechos que pasaron consiguieron envolverlo más y la película es el resultado de esto. Es un filme en el que los actores son los importantes. Hay actores de todas las partes y cada uno tiene responsabilidad de lo que dice. Él solo da la lectura, su visión de los hechos que han pasado. 
 ¿Está conforme con el resultado final?
Nos parece que es un trabajo equilibrado, que es una visión de un extranjero de lo que pasa en este país. En la visión de mi esposo de cómo la patología se conecta con el poder, de cómo un presidente indígena ha traicionado a unos indígenas que lo eligieron y son ellos los que lo dicen y lo cuentan. 
 Ahora Morales busca la segunda relección, ¿cómo lo ven?
Sí, eso y lo del narcotráfico nos impactó. Dos periodistas de acá se preguntan en el documental si la coca de Chapare no sirve para el acullico, entonces a dónde va.  
 ¿Cuál era la visión que imperaba en el documental antes de Chaparina?
Estaba casi terminado, pero no tenía un corte final (una versión completa). Chaparina se la dio. Había muchas otras cosas que teníamos que poner. Además, hemos encontrado a Carlos Valverde muy tarde. La entrevista que le hicimos, al final, fue importante y casi es un hilo conductor del documental. La película se ha movido mucho con los años y ha encontrado su final en esto del Tipnis y nos pareció una lectura equilibrada.
 Y ese final deja un sabor a desencanto...
Sí, un desencanto para la esperanza de una revolución social, que se pensaba que de verdad iba a cambiar la vida de las personas pobres de Bolivia. Esto no ha sido así o por lo menos no ha sido así para todos.  Esto se tiene que decir.
 ¿Cómo reaccionó el público que la vio en Brasil?
Hubo reacciones distintas, muchas discusiones. Muchos pensaron que la película era favorable a Evo Morales y se encontraron con algo diferente. Fueron reacciones interesantes y además estaba invitado Róger Pinto, lo que generó más barullo. Pero para esto hacemos documentales, para generar discusión y crítica 

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