Vistas de página en total

martes, 29 de abril de 2008

causó horror y espanto, incredulidad y asco. cómo pudo ser posible?

(en la narración que sigue todavía hay muchas lagunas, una de ellas, cómo pudo la esposa del monstruo no descubrir que su conviviente ocultaba no una, ni dos, sino cuatro personas a las que necesariamente debía dar comida, ropa, jabón, etc. y ella ni siquiera lo notaba? conforme pasan las horas se continúan descubriendo más detalles espeluznantes de éste caso único en la historia en que un hombre pudo mantener oculta en pleno centro de una ciudad de 23 mil habitantes, a su hija, a sus hijos que eran sus nietos al mismo tiempo y durante 24 años, realmente inverosímil!)
VIENA (Reuters) - Un austríaco de 73 años confesó que encerró a su hija en un sótano sin ventanas durante 24 años y que tuvo con ella siete hijos, informó el lunes la policía.
Una mujer de 42 años, identificada como Elisabeth F., contó a la policía el domingo que su padre, Josef Fritzl, la confinó en el sótano de un edificio en la localidad de Amstetten en 1984, y la drogó y ató antes de encerrarla.
"(Fritzl) ha confesado que encerró a su hija por 24 años y que él es el padre de sus siete hijos y que él los encerró en el sótano," dijo a Reuters vía telefónica el jefe de la unidad de investigaciones criminales de la provincia de Austria Baja, Franz Polzer.
Tres de los hijos estuvieron encerrados desde que nacieron en el sótano del edificio gris junto con su madre y nunca habían visto la luz ni recibido educación, informó la policía.
El caso se destapó cuando una joven de 19 años -la mayor de los tres hijos encerrados- se puso gravemente enferma y tuvo que ser hospitalizada.
Los médicos solicitaron la presencia de la madre, que se creía que estaba desaparecida, para que aportara más detalles sobre el historial médico.
Fritzl sacó entonces a Elisabeth y a sus otros dos hijos del sótano, diciendo a su mujer que su hija "desaparecida" había decidido volver a casa, dijo la policía.
Elisabeth accedió a hacer una "declaración general" dando detalles de su experiencia a la policía tras asegurársele que no tendría más contacto con su padre, que dijo abusó de ella desde los 11 años.
"No se trata de una madre que haya abandonado a su hija, y que ésta haya tenido que ser ingresada en situación grave," dijo Polzer previamente a la cadena ORF.
"Sabemos que ella misma fue encerrada por su propio padre durante 24 años en el sótano y que además fue sometida a abusos sexuales," añadió.
Los titulares de los periódicos calificaron el caso de "delito de un monstruo" y del "peor delito de todos los tiempos" y cuestionaron que los vecinos y autoridades de Amstetten, a 130 kilómetros al oeste de Viena, no se dieran cuenta del "martirio en la casa de los horrores" que había a sus pies.
CASO VERGONZOSO
El caso recuerda al de la austriaca Natascha Kampusch, que pasó ocho años encerrada en una celda sin ventanas antes de escapar en agosto del 2006.
"La comunidad de Amstetten, incluida su población, debería avergonzarse. Los vecinos miraron, muy a conciencia, hacia otro lado," dijo el periódico Oesterreich en un editorial.
El diario Der Standard añadió: "Todo el país debe preguntarse qué está haciendo, esencialmente, mal."
La esposa de Josef, Rosemarie, no estaba al tanto de lo que le ocurrió a su hija, que desapareció en 1984, y asumió que se había marchado voluntariamente tras recibir una carta de ella en la que pedía que no la buscaran.
Pero todo este tiempo Elisabeth fue confinada en lo que Polzer describió como una red sofisticada de cámaras con instalaciones para dormir, cocinar y lavar.
Elisabeth dio a luz a siete niños, uno de los cuales murió poco después de nacer, dijo la policía.
Tres de los niños más pequeños fueron criados por Josef y su esposa tras aparecer abandonados en el edificio donde vivía la pareja. El primero de ellos llevaba una nota de Elisabeth en la que decía que no podía cuidar del bebé.
Rosemarie, además de Elisabeth y sus hijos, están recibiendo apoyo psicológico y se les ha extraído muestras de ADN para analizarlas.
(Escrito por Karin Strohecker; Traducido por Servicio Online de Madrid)

No hay comentarios: