
Habíamos denunciado con pelos y señales en varios artículos a partir de 1995 que grandes fabricantes de cigarrillos crearon ONG camoufladas para obtener toda la presión posible y llegar a liberalizar el consumo de drogas (esecialmente de la cocaína) y ocupar el colosal mercado de consumo que está desplazando al tabaco.
Algunos dudaron de la veracidad de nuestras denuncias, aunque el tiempo nos dió la razón y a pesar de haber retirado su apoyo económico ONG que en principio contaban con el financiamiento de fondos oficiales y de sindicatos y asociaciones libres de la Unión Europea. Ese respaldo enorme permitió que los cocaleros se adueñaran de etiquetas justas e indiscutibles: "necesidad de cambio", desplazamiento de "las oligarquías y los ricos", "justicia social y modificación de la estructura social" "alfabetización y salud para todos, etc. etc." En el artículo de Dante Pino que sigue, podrá apreciarse con rigor la intención del Gobierno y las maniobras para obtener su propósito copiando procederes de otros países algo más tolerantes con el uniquismo y las autocracias que Bolivia.
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