Arturo Murillo P.
A un día del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, que se celebra cada 9 de agosto, al gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) se le cayó la máscara y mostró su verdadero rostro de impostor y depredador; no es como se presentaron en el 2005 con el discurso del “vivir bien” en armonía con la Pachamama y defensores de los derechos de la Madre Tierra; sin embargo, fue una gran mentira.
En su discurso por el 6 de agosto, el vicepresidente Álvaro García hizo piruetas verbales para justificar la carretera que partirá en dos al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) que facilitará la entrada de los cocaleros del trópico de Cochabamba para lo único que saben hacer bien: sembrar coca que luego desvían al mercado ilegal, según la denuncia de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDC), irónicamente aceptado por los propios productores de coca desvío de MAS 90 % al narcotráfico.
El rodillo vergonzoso masista aprobó la Ley 266 que deroga la Ley 180, norma que protegía y declaraba como intangible al TIPNIS; entonces queda expedita la vía legal para construir la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, que atravesará por el corazón del TIPNIS, facilitará la entrada de los cocaleros y el narcotráfico a la reserva natural.
La carretera dividirá en dos la reserva natural y es un viejo objetivo de los cocaleros del Chapare porque les permitirá ampliar la zona de sembradíos de coca. En 2008, el gobierno de Evo Morales adjudicó el proyecto a la empresa brasilera OAS (una empresa enjuiciada en su país por pagar coimas para adjudicarse obras) para construir la carretera, lo efectuó sin realizar una CONSULTA PREVIA E INFORMADA en las comunidades indígenas del TIPNIS, tal como establece la Constitución y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1989.
En 2011, una marcha de los pueblos indígenas del TIPNIS, apoyada por activistas urbanos, se opuso a la mencionada carretera; luego de una caminata de más de dos meses de niños, adultos mayores, hombres y mujeres, la misma fue brutalmente reprimida en la localidad de Chaparina, Evo Morales rompió el contrato con la OAS y se vio obligado a declarar al TIPNIS territorio INTANGIBLE.
Pero el apetito y la ambición de los cocaleros del Chapare no tiene límites, ellos en repetidas ocasiones insistieron con la carretera por el TIPNIS. El 28 de octubre de 2011, las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba, el bastión político del MAS, se declararon en emergencia y exigieron la construcción de la carretera; cada cierto tiempo, el Presidente Morales (también presidente de principal organización cocalera cochabambina) insistió de “sí o sí, quieran o no quieran se implementará la carretera”, declaró ante los medios de comunicación, el 27 de octubre de 2015 y el 24 de noviembre de 2016.
Volvió a repetir el pasado domingo, registrado por El Deber, que la carretera por el TIPNIS se hará con o sin Evo, queriendo hacer ver que se trata de un hecho inevitable.
Por honestidad y sinceridad manifesté muchas veces y ratificó mi posición, como cochabambino y Senador por la Llajta, que siempre estuve de acuerdo con una carretera que integre al Beni para el desarrollo de dos departamentos vecinos de Cochabamba y Beni postergados por falta de visión de sus líderes empresariales y políticos; entonces, reitero CARRETERA SÍ PERO NO ASÍ.
Hubo bastante debate sobre el trazo y la construcción de la carretera. Los indígenas del TIPNIS y las organizaciones ambientalistas sugirieron que la carretera rodee la reserva natural, pero como eso no beneficiaría a los cocaleros del Chapare el Gobierno de Morales insiste en que la vía atraviese el TIPNIS para facilitar la expansión de la coca y los cocaleros.
Un estudio realizado por la Fundación Natura estima que la carretera podría deforestar en los próximos 18 años el 64,5% del área protegida debido en gran medida al avance de la frontera agrícola vinculada al cultivo de hoja de coca.
Las consecuencias ambientales de esa carretera, sólo para saciar el apetito de los cocaleros, son incalculables. El TIPNIS se convertirá en un territorio arrasado y deforestado para el cultivo de hoja de coca, las actividades agropecuarias, la explotación maderera y la extracción de los hidrocarburos.
Se pondrá en riesgo el equilibrio del ecosistema y degradará de manera agravante los medios de vida de los pueblos indígenas del TIPNIS al afectar los recursos naturales de supervivencia, pero Evo Morales privilegia los intereses del grupo de los cocaleros por sobre el medio ambiente y los indígenas del TIPNIS.
Naturalmente, en la Cámara de Senadores resistimos con argumentos e intentamos evitar la aprobación de la Ley 266 que anula la intangibilidad del TIPNIS, pero después de debatir por más de 12 horas y que el MAS cuenta con mayoría, al final el rodillo oficialista se impuso y decidió “asesinar la reserva natural más grande” de los bolivianos, el MAS será juzgado por ello.
Con la construcción de las represas en El Bala y El Chepete, con las autorizaciones a las transnacionales petroleras para que exploren en reservas naturales y ahora con la construcción de la carretera por el corazón del TIPNIS, Evo Morales consumó la gran traición a la Madre Tierra.
Quedará en la agenda del nuevo presidente que asuma el gobierno en 2020 reparar la traición a la Pachamama, posteriormente procesar a los traidores.
Senador de la República
A un día del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, que se celebra cada 9 de agosto, al gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) se le cayó la máscara y mostró su verdadero rostro de impostor y depredador; no es como se presentaron en el 2005 con el discurso del “vivir bien” en armonía con la Pachamama y defensores de los derechos de la Madre Tierra; sin embargo, fue una gran mentira.
En su discurso por el 6 de agosto, el vicepresidente Álvaro García hizo piruetas verbales para justificar la carretera que partirá en dos al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) que facilitará la entrada de los cocaleros del trópico de Cochabamba para lo único que saben hacer bien: sembrar coca que luego desvían al mercado ilegal, según la denuncia de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDC), irónicamente aceptado por los propios productores de coca desvío de MAS 90 % al narcotráfico.
El rodillo vergonzoso masista aprobó la Ley 266 que deroga la Ley 180, norma que protegía y declaraba como intangible al TIPNIS; entonces queda expedita la vía legal para construir la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos, que atravesará por el corazón del TIPNIS, facilitará la entrada de los cocaleros y el narcotráfico a la reserva natural.
La carretera dividirá en dos la reserva natural y es un viejo objetivo de los cocaleros del Chapare porque les permitirá ampliar la zona de sembradíos de coca. En 2008, el gobierno de Evo Morales adjudicó el proyecto a la empresa brasilera OAS (una empresa enjuiciada en su país por pagar coimas para adjudicarse obras) para construir la carretera, lo efectuó sin realizar una CONSULTA PREVIA E INFORMADA en las comunidades indígenas del TIPNIS, tal como establece la Constitución y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1989.
En 2011, una marcha de los pueblos indígenas del TIPNIS, apoyada por activistas urbanos, se opuso a la mencionada carretera; luego de una caminata de más de dos meses de niños, adultos mayores, hombres y mujeres, la misma fue brutalmente reprimida en la localidad de Chaparina, Evo Morales rompió el contrato con la OAS y se vio obligado a declarar al TIPNIS territorio INTANGIBLE.
Pero el apetito y la ambición de los cocaleros del Chapare no tiene límites, ellos en repetidas ocasiones insistieron con la carretera por el TIPNIS. El 28 de octubre de 2011, las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba, el bastión político del MAS, se declararon en emergencia y exigieron la construcción de la carretera; cada cierto tiempo, el Presidente Morales (también presidente de principal organización cocalera cochabambina) insistió de “sí o sí, quieran o no quieran se implementará la carretera”, declaró ante los medios de comunicación, el 27 de octubre de 2015 y el 24 de noviembre de 2016.
Volvió a repetir el pasado domingo, registrado por El Deber, que la carretera por el TIPNIS se hará con o sin Evo, queriendo hacer ver que se trata de un hecho inevitable.
Por honestidad y sinceridad manifesté muchas veces y ratificó mi posición, como cochabambino y Senador por la Llajta, que siempre estuve de acuerdo con una carretera que integre al Beni para el desarrollo de dos departamentos vecinos de Cochabamba y Beni postergados por falta de visión de sus líderes empresariales y políticos; entonces, reitero CARRETERA SÍ PERO NO ASÍ.
Hubo bastante debate sobre el trazo y la construcción de la carretera. Los indígenas del TIPNIS y las organizaciones ambientalistas sugirieron que la carretera rodee la reserva natural, pero como eso no beneficiaría a los cocaleros del Chapare el Gobierno de Morales insiste en que la vía atraviese el TIPNIS para facilitar la expansión de la coca y los cocaleros.
Un estudio realizado por la Fundación Natura estima que la carretera podría deforestar en los próximos 18 años el 64,5% del área protegida debido en gran medida al avance de la frontera agrícola vinculada al cultivo de hoja de coca.
Las consecuencias ambientales de esa carretera, sólo para saciar el apetito de los cocaleros, son incalculables. El TIPNIS se convertirá en un territorio arrasado y deforestado para el cultivo de hoja de coca, las actividades agropecuarias, la explotación maderera y la extracción de los hidrocarburos.
Se pondrá en riesgo el equilibrio del ecosistema y degradará de manera agravante los medios de vida de los pueblos indígenas del TIPNIS al afectar los recursos naturales de supervivencia, pero Evo Morales privilegia los intereses del grupo de los cocaleros por sobre el medio ambiente y los indígenas del TIPNIS.
Naturalmente, en la Cámara de Senadores resistimos con argumentos e intentamos evitar la aprobación de la Ley 266 que anula la intangibilidad del TIPNIS, pero después de debatir por más de 12 horas y que el MAS cuenta con mayoría, al final el rodillo oficialista se impuso y decidió “asesinar la reserva natural más grande” de los bolivianos, el MAS será juzgado por ello.
Con la construcción de las represas en El Bala y El Chepete, con las autorizaciones a las transnacionales petroleras para que exploren en reservas naturales y ahora con la construcción de la carretera por el corazón del TIPNIS, Evo Morales consumó la gran traición a la Madre Tierra.
Quedará en la agenda del nuevo presidente que asuma el gobierno en 2020 reparar la traición a la Pachamama, posteriormente procesar a los traidores.
Senador de la República
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