Los mineros cooperativistas han cobrado mayor peso del que uno puede imaginar en el país. Ellos invaden minas privadas y el Gobierno las nacionaliza. Si hasta parecen sabuesos que apuntan la presa para que las autoridades disparen.
También son autores de la nueva Ley Minera que los convierte en los capitalistas privilegiados de este país, casi tanto como los cocaleros. Muy pronto veremos más cascos que chulos, ponchos y polleras dentro del Congreso y desde ese lugar diseñarán el país que siempre han soñado pero que para otros puede ser una pesadilla.
En las minas de los cooperativistas trabajan muchos niños. Ellos son ideales para este trabajo, pues pueden escabullirse como topos en los estrechísimos socavones de donde sacan el mineral con las manos, pues esos hoyos ni siquiera permiten introducir las herramientas adecuadas. Los mineritos suelen permanecen dentro hasta 24 horas seguidas, pues no es sencillo entrar y salir para comer, ir al baño o refrescarse de los 45 grados de temperatura que hace ahí dentro.
Ese trabajo no solo debería ser declarado ilegal, sino inhumano, sin embargo tanto los cooperativistas como cualquier otro explotador en el país ya dispone de una ley que protege este acto criminal. Solo hace falta haber cumplido los diez años de edad.
energía porque todo lo hace el hombre para tener fuerza y la fuerza es energía muchas veces mal empleada para su propia destrucción. hambre porque millones de seres no tienen que comer mientras otros hacen guerras y se gastan ingentes cantidades en sostenerlas. de todo un poco lo curioso, lo extraño, lo sorprendente e ignorado.
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