A cuatro años de gobierno el Presidente Morales no aprende nada. Y lo que hace con insistencia es insultar y descalificar a todo el que se atreva a cuestionarlo. ¿Qué más podemos esperar de alguien que no tiene ni la formación ni la educación mínima para respetar la dignidad de su cargo y de las personas?
El cholo cuando se refina se desatina, dice el refrán. Y ya podemos imaginarnos cómo se le ha subido el Poder a la cabeza a una persona que “en su vida se había imaginado ser Presidente” Esta es precisamente lo que demuestra en toda ocasión: una soberbia del Poder que le hace decir sin pensar todo lo que se le ocurre.
Y son sus ocurrencias, las que vienen generando un malestar con la comunidad internacional que le han mostrado como es: un pobre ignorante y por eso atrevido. Evo Morales le ha dedicado a la coca el 90 por ciento de su tiempo y al Mar el 2 por ciento. Ha llegado al extremo de ir a masticar coca a foros internacionales, pero nunca usó esos mismos foros para denunciar la mediterraneidad boliviana. Por la coca Evo Morales es capaz de postergar la demanda de salida al mar, y eso es lo que ha venido haciendo.
Y es a eso que se ha referido el Presidente Alán García: a la falta de continuidad en la política de reclamo diplomático por la salida al mar. “No hace nada” y eso quiere decir mucho. Porque es la visión que tiene el Perú y seguramente es lo que complace a Chile, que se porta como llunku en todo momento, para hacerle creer que ellos están atendiendo su pretensión de negociar una salida al mar.
Qué diferencia en cambio cuando habla del imperialismo, del neoliberalismo, de las oligarquías, de sus cambios profundos, de su nueva constitución y toda esa cháchara propia de los charlatanes de feria, con la cual se quiere mostrar como un líder de los oprimidos y de los pobres. Evo Morales no tiene consistencia ni cree en los valores y principios de la nación boliviana, porque no cree en Bolivia.
Se hace llamar ahora Presidente del Estado Plurinacional, ya no es Presidente de la República de Bolivia. Y esto nos da la pauta para entender porque no le interesa demandar a Chile con firmeza el reclamo de nuestra mediterraneidad. El Presidente del Estado Plurinacional solo sabe defender la coca y tanto es así que esta hoja ha sido constitucionalizada como patrimonio nacional.
Toda esta farsa sin sentido que estamos viviendo requiere de un esfuerzo democrático que le ponga fin. Como vamos estamos perdiéndolo todo: el gas y sus derivados, mercados de exportación, relaciones internacionales, y la propia identidad nacional. Evo Morales nos conduce cada día a una situación de ingobernabilidad y de fastidio internacional que nos está mostrando como un pueblo ingobernable y un verdadero incordio en la comunidad de naciones.
(de la pluma de Dante Pino aparece en Hoy Bolivia)
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