energía porque todo lo hace el hombre para tener fuerza y la fuerza es energía muchas veces mal empleada para su propia destrucción. hambre porque millones de seres no tienen que comer mientras otros hacen guerras y se gastan ingentes cantidades en sostenerlas. de todo un poco lo curioso, lo extraño, lo sorprendente e ignorado.
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viernes, 15 de abril de 2011
nacionalizar fue la droga que mató a la gallina de los huevos de oro de las inversiones sucedida de alucinaciones que provocan el total desencanto del pueblo boliviano en el ilusionismo del gas. Estremadoiro en su columna
Mortal común que soy, poco entiendo del galimatías de las reservas de gas natural en Bolivia. Se dieron a conocer las cifras oficiales, ocho meses después de recibirlas, al tiempo que en propaganda de diagramas coloridos, se remachaba que el país tiene bastantes reservas para abastecer el consumo interno y las exportaciones.
¿Tiene el gas boliviano algún compuesto alucinógeno? Porque si tomamos la acepción de la droga como estupefaciente, el nuestro debe tener algún componente que vuelve zonzo al gobierno. Basta mirar al Presidente de YPFB perorando en base a cuadros –su propio “miente, miente, que algo queda”, decía Goebbels- con los cuales se quiere tranquilizar al país. Él mismo quería convencerse, leyendo y releyendo las cifras, cual mantra lava cerebro así fuera falaz –el mantra, aclaro, no el mandamás aludido.
En el lado de la oferta, las reservas probadas de gas están en 9.94 trillones de pies cúbicos (TCF). Una verdad aparente, porque hay que sacarlo de la profundidad con inversiones. Siguió lo que un experto llamó un “mero ejercicio académico” (como soñar qué hacer si se gana lotería de millón de euros), apilando montos de reservas de gas probables, posibles, contingentes, campos sin certificar y prospectos exploratorios en ejecución, para llegar a una ilusoria cifra de reservas en el orden de 15.5 TCF.
En el lado de la demanda, 3.1 TCF para el consumo interno. ¿Ya se ha dotado de gas domiciliario a todas las ciudades, no hay colas de amas de casa esperando una garrafa, y la mayoría de los bolivianos no cocina a leña?
Luego, asombrosa escritura sobre papel mojado, que si bien el papel aguanta todo, el agua lo hace ilegible. Ejes industriales en el centro, oeste, sur, suroeste, este, noroeste y norte del país. Faltaron puntos cardinales, aunque sugiero un “arriba, abajo, al centro y adentro” de viernes de soltero. Aparte de suplir al Mutún –solo a la mitad de la Jindal- hasta 2017 se instalarían dos plantas de urea, otras dos para convertir gas en diesel mediante procesos de GTL y un par de industrias de polietileno. ¡Media docena de industrias en media docena de años, en país que tardó docenas de años en tener su propia refinadora de estaño!
Las plantas de tercera generación que se implementarán a corto plazo (2011-2012), propiciaron la sospecha de que en YPFB desconocen la “ruta crítica”, método sencillo de programación que, por ejemplo, en la construcción hace que no mezclen cemento y arena sin que los ladrillos hayan llegado a la obra. ¿Ya estarán produciendo las industrias de materia prima para tapones, tuberías y “petrocasas”? ¿Serán ajenos a programar costos de transporte, de materia prima producida en Mutún y Gran Chaco llevada a Oruro?
Después, 10 TCF de los contratos de exportación vigentes con Brasil y Argentina, que, cuidado, tienen cláusulas de cumplir o pagar. ¿Qué pachó, Pacho, con las exportaciones a Cuiabá, Uruguay y Paraguay? ¿Con sueños de los que yo mismo fui preso, de convertir Bolivia en nodo energético del sur sudamericano en base al gas natural? Un experto tarijeño sustentaba que el potencial gasífero de Tarija daba para 300 TCF. Bolivia se veía como el Qatar de América del Sur, moteada de industrias verticalmente integradoras del gas. Estaban en ciernes puertos de licuefacción que acercarían al mar y exportarían gas a México y Estados Unidos. Entonces alguien puso plata y soliviantó a El Alto en la ridiculez de “ni una molécula de gas a Chile” alborotada por el jingoísmo boliviano.
Ahora Chile tiene su planta de LNG, otra en ciernes. Con gas ajeno ofrece el energético al mercado argentino. Perú ya tiene su planta de LNG, sin olvidar el gas domiciliario a la Gran Lima. Cubre demandas en Ecuador, Colombia, México, EEUU, Canadá y Corea; lo ofrece a Chile y Brasil. La Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CAEB), ente no estatal, destaca que la inversión privada llega con mercados, ¿entienden los expertos de YPFB que nadie se tira a la piscina sin saber si tiene agua?
La propaganda oficial machaca que el pueblo boliviano es propietario de las reservas de gas natural y petróleo. ¿Sirve de algo, si no hay gas para encender cocinas? Peor, ante la ausencia de capitales, como en Urkupiña el gobierno desportilla un pedazote de piedra de las reservas internacionales para YPFB: más de mil millones de dólares a un ente estatal cuyo historial de ejecución da para media centena. ¿No se requieren diez mil millones para que Bolivia recupere sitial en producir e industrializar gas, para reemplazar la sangría del diesel importado por gas convertido a combustible?
Aunque el gas natural es incoloro, una canción que ronda mi cabeza es “¿Dónde están tus ojos negros?, quién se los robó, se los llevó lejos de mí”. La respuesta es simple relación directa: las reservas son directamente proporcionales a las inversiones. La llamada “nacionalización de hidrocarburos” las hizo volar cual palomas asustadas a Perú. Brasil descubrió su Presal y construye una planta de fertilizantes nitrogenados en Mato Grosso do Sul. Con gas boliviano para empezar; también pueden traerlo de su mar territorial por el gasoducto Santa Cruz-Sao Paulo, quizá desocupado en el futuro.
Urge asumir que nacionalizar los hidrocarburos fue la droga que mató a la gallina de los huevos de oro de las inversiones. Mientras tanto, las alucinaciones de la propaganda oficial propician un gesto basado en cómo cargaba su canasta la Caperucita Roja.
www.winstonestremadoiro.com
winstonest@yahoo.com.mx
jueves, 14 de abril de 2011
ahora está desheredado "se dilapidó la herencia" Carlos Miranda se refiere a la forma cómo YPFB se gastó su heredad durante cinco años. ahora vienen las vacas flacas
Después de incumplir la ley por cuatro años, YPFB contrató a la firma Ryder Scott para certificar las reservas de hidrocarburos del país. Hecho eso, demoró un año adicional en dar a conocer los resultados.
Al fin, el viernes 8 de abril, YPFB dio información oficial sobre reservas de hidrocarburos con la presencia del ministro del área.
No estuvieron el Presidente ni el Vicepresidente, como se tenía anunciado. Eso está bien. No son decisiones políticas, sino valiosa información técnica, responsabilidad de YPFB.
Según YPFB, Ryder Scott certifica que las reservas probadas de gas (P1) al 31/XII/2009, alcanzan a 9.94 TCF a 3.75 TCF las probables (P2) y 6.25 TCF las posibles (P3). Las P1 son aquellas sobre las que se tiene certeza que en las condiciones económicas actuales y con la tecnología de la fecha pueden ser producidas.
P2 son aquellas que todavía no llenan las condiciones de las P1 y que no se anticipa puedan ser producidas. Las P3 son de carácter especulativo.
Con estas cifras, el informe de YPFB hace una serie de malabarismos, afirmando que las reservas del país alcanzan a 19.99 TCF.
Adicionalmente, anticipa una demanda de 14 TCF para los próximos 16 años a ser cubiertos con 15.5 TCF compuestos por 100 por ciento de los P1, 50 por ciento de las P2 y 10 por ciento de las P3 más reservas no certificadas, “contingentes”, tomando en cuenta inclusive reservas a ser descubiertas. Ejercicio simpático, pero nada profesional ni serio.
Para facilitar al lector una comparación. El tema de control de reservas de gas es muy parecido al manejo de una cuenta corriente en un banco.
Si se tiene un depósito de dinero en un banco (reservas probadas), del cual se retiran montos diariamente (producción de petróleo y gas), este fondo irá disminuyendo, a no ser que se hagan aportes o nuevos depósitos (reservas certificadas y probadas nuevas). Por lo anterior, cuando se indica cuánto de reservas se tiene, se debe indicar la fecha. Así Ryder Scott informa que para el 31/XII/2009, se tienen 9.4 TCF de reservas probadas. A la fecha de la información presentada en Santa Cruz el 8/IV/11, las reservas eran menores porque se está produciendo diariamente. Siendo más exactos, las reservas probadas (P1) al 10/IV/11 eran 9.19 TC F.
Con ese volumen, se puede garantizar la conclusión de contratos con Brasil al 2020, y la Argentina el 2026 más el consumo interno hasta esa fecha, sin incluir Mutún ni proyectos de industrialización.
Con las reservas probadas actuales, no es responsable, ni serio garantizar otros consumos que estén apoyados en la incorporación de nuevas reservas probadas y certificadas.
Lo cierto es que estamos asistiendo al manejo de una herencia de reservas probadas que parecían inagotables y a las cuales no se les ha añadido otros volúmenes. Este Gobierno y YPFB heredaron reservas descubiertas en gobiernos anteriores, despectivamente calificados de neoliberales y entreguistas. La herencia sirve estupendamente a soportar al país, representando el 61 por ciento del valor de sus exportaciones. La herencia ha dado tranquilidad financiera a todo el país e inclusive ha contribuido a incurrir en hábitos de nuevos ricos como la compra de un satélite, un avión de lujo y repartir bonos a diestra y siniestra. La herencia ha sido y es tan cuantiosa que podrá durar hasta la segunda década del siglo si nos manejamos con cordura, pero por primera vez se ve que se puede terminar y lastimosamente no se tiene nada concreto que mostrar. En la forma clásica de dilapidar una herencia, el dinero ha sido utilizado en gasto corriente.
Ahora llegó la hora de reemplazar la herencia con reservas nuevas. No se debe olvidar que las condiciones naturales para la existencia de grandes cantidades de petróleo y gas en el subsuelo están dadas y que el poner un descubrimiento en producción comercial toma cerca de ocho años. Es la obligación del Gobierno, el establecer las condiciones legales y sociales para que esto sea posible y la responsabilidad ineludible de YPFB el descubrir nuevas reservas, por si sola, asociada o por contrato.
El autor es ingeniero petrolero
El autor es ingeniero petrolero
lunes, 11 de abril de 2011
La Prensa se ocupa de algo delicado "la deslegitimación del poder" en que incurrió el MAS después de la megacorrupción en YPFB tras el asesinato de un técnico
¿Cómo se deslegitima una gestión de gobierno? No necesariamente por la secuela que dejan los actos de corrupción vinculados directa o indirectamente a un partido. El año 2009 nos tocó vivir el conocido caso Catler-Uniservice —por mencionar uno—, el que, producto del asesinato del empresario tarijeño Jorge O’Connor, develó una red de corrupción dentro de la principal empresa pública, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Como consecuencia de las investigaciones realizadas por la Fiscalía, el ex presidente de la empresa estatal, ex senador de la República y ex miembro del Movimiento Al Socialismo (MAS) Santos Ramírez guarda detención preventiva en la cárcel de San Pedro. Los actos de corrupción han rodeado a los distintos regímenes, sean éstos militares (propios de las dictaduras vividas en el país), de derecha, izquierda, neoliberales o socialistas. Es irrefutable que en la historia republicana se ha convivido con este mal, razón por la cual esta costumbre no deslegitima el ejercicio de poder.
Tampoco afecta a la administración del Estado que altas autoridades se vean relacionadas con el tráfico ilícito de estupefacientes. El narcotráfico, al igual que la corrupción, ha venido a quedarse, como parte de la cultura nacional. ¿Cuáles han sido las consecuencias políticas del caso Sanabria? Corolarios similares al de las denominadas “narcofotos” o “narcovínculos”, aparejados a antiguos gobiernos. Es decir, nada. La memoria del pueblo es frágil, corta o altamente bondadosa. Tal vez todo esto y más.
La persecución a contrincantes políticos —quienes desde las calles, curules parlamentarios, empresas privadas, instituciones públicas u otros ejercen oposición contra el partido de turno— en Bolivia es obligatoria. El acto más representativo de acallamiento de la oposición lo es, tal vez, la “masacre de la calle Harrington”, donde un 15 de enero de 1981, durante la dictadura de Luis García Meza, ocho jóvenes revolucionarios perdieron la vida. Para otros, lo será el asesinato del líder social y ex diputado por la Falange Socialista Boliviana Marcelo Quiroga Santa Cruz. Lo cierto es que, al igual que en el pasado, el acecho a los líderes divergentes con los criterios del Estado se mantiene vigente, digamos que hasta se ha institucionalizado.
Para qué ahondar en las promesas electorales no cumplidas. Esto sería perder el tiempo. Es preferible limitarse a decir que todos los políticos mienten. Es parte de su esencia, de su naturaleza. De lo contrario, no serían políticos, serían monjas.
La legitimidad en el ejercicio del “contrato social”, a decir de Jean Jacques Rousseau, termina cuando se toca el bolsillo del pueblo. El momento en que el trabajador, el empleado, el funcionario público, la ama de casa o el ciudadano común siente que la moneda que yace en la billetera vale menos, se termina la confianza en la administración.
Temas como la inflación, la subida de precios en los productos de la canasta familiar, la escasez de bienes primarios, la falta de empleos, la reducción de los mercados de exportación, el alza en el precio de la gasolina y otros carburantes, el incremento en el costo del transporte, el contrabando, el cobro de nuevos impuestos (por señalar algunos) llevan a que las autoridades en ejercicio pierdan legitimidad sobre la cosa pública. Ahora bien, estos conceptos son también parte de nuestra tradición.
A todo esto es importante preguntarse, ¿qué ha cambiado entre las gestiones neoliberales, tan satanizadas en el país, y lo que vivimos actualmente? ¿Habrá llegado el tiempo para evaluar qué significa realmente un proceso de cambio? ¿Cambio de qué? Parecería que en Bolivia sólo ha existido una mutación de autoridades, todo lo demás sigue igual.
Tampoco afecta a la administración del Estado que altas autoridades se vean relacionadas con el tráfico ilícito de estupefacientes. El narcotráfico, al igual que la corrupción, ha venido a quedarse, como parte de la cultura nacional. ¿Cuáles han sido las consecuencias políticas del caso Sanabria? Corolarios similares al de las denominadas “narcofotos” o “narcovínculos”, aparejados a antiguos gobiernos. Es decir, nada. La memoria del pueblo es frágil, corta o altamente bondadosa. Tal vez todo esto y más.
La persecución a contrincantes políticos —quienes desde las calles, curules parlamentarios, empresas privadas, instituciones públicas u otros ejercen oposición contra el partido de turno— en Bolivia es obligatoria. El acto más representativo de acallamiento de la oposición lo es, tal vez, la “masacre de la calle Harrington”, donde un 15 de enero de 1981, durante la dictadura de Luis García Meza, ocho jóvenes revolucionarios perdieron la vida. Para otros, lo será el asesinato del líder social y ex diputado por la Falange Socialista Boliviana Marcelo Quiroga Santa Cruz. Lo cierto es que, al igual que en el pasado, el acecho a los líderes divergentes con los criterios del Estado se mantiene vigente, digamos que hasta se ha institucionalizado.
Para qué ahondar en las promesas electorales no cumplidas. Esto sería perder el tiempo. Es preferible limitarse a decir que todos los políticos mienten. Es parte de su esencia, de su naturaleza. De lo contrario, no serían políticos, serían monjas.
La legitimidad en el ejercicio del “contrato social”, a decir de Jean Jacques Rousseau, termina cuando se toca el bolsillo del pueblo. El momento en que el trabajador, el empleado, el funcionario público, la ama de casa o el ciudadano común siente que la moneda que yace en la billetera vale menos, se termina la confianza en la administración.
Temas como la inflación, la subida de precios en los productos de la canasta familiar, la escasez de bienes primarios, la falta de empleos, la reducción de los mercados de exportación, el alza en el precio de la gasolina y otros carburantes, el incremento en el costo del transporte, el contrabando, el cobro de nuevos impuestos (por señalar algunos) llevan a que las autoridades en ejercicio pierdan legitimidad sobre la cosa pública. Ahora bien, estos conceptos son también parte de nuestra tradición.
A todo esto es importante preguntarse, ¿qué ha cambiado entre las gestiones neoliberales, tan satanizadas en el país, y lo que vivimos actualmente? ¿Habrá llegado el tiempo para evaluar qué significa realmente un proceso de cambio? ¿Cambio de qué? Parecería que en Bolivia sólo ha existido una mutación de autoridades, todo lo demás sigue igual.
viernes, 8 de abril de 2011
ratificado que las reservas de gas que deberían haber sido suficientes para cubrir la demanda nacional por más de 50 años muestran en la realidad otra cara
Las reservas probadas de gas de Bolivia suman 9,94 TCFs, es el dato que dio a conocer el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, y el ministro de Hidrocarburos y Energía, José Luis Gutiérrez en una conferencia de prensa realizada hoy en la tarde en Santa Cruz de la Sierra. Se informó además que las reservas probables de gas suman 13,65 TCFs y 19,92 TCF’s las reservas posibles de gas
De acuerdo al ranking de reservas publicado hace poco por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBHE), Venezuela tiene 200 TCF's, Perú 16, Trinidad y Tobago 15,3, Argentina 13,2, Brasil 13 y Colombia 4,4 TCF's, por lo que Bolivia estaría en penúltimo lugar con los 9,94 TCF’s anunciados hoy.
La entrega del informe de las reservas de gas natural probadas fue postergada en varias oportunidades por el Gobierno Nacional, bajo el argumento de que la documentación entregada por la consultora encargada del estudio, Ryder Scott, se encontraba "en analisis" a pesar de que la Ley 3740 ordena que dicha información debía ser pública como máximo hasta el pasado 31 de marzo.Hoy en la mañana el vicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García Linera, había aseverado que las reservas de gas garantizarán abastecimiento, exportación e industrialización en la próxima década en Bolivia. Según el segundo mandatario del país, en esos datos presentados por YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos no están cuantificadas las nuevas reservas de gas, que se han descubierto en varias regiones del país, "que son también importantes". /ReporteEnergía.
De acuerdo al ranking de reservas publicado hace poco por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBHE), Venezuela tiene 200 TCF's, Perú 16, Trinidad y Tobago 15,3, Argentina 13,2, Brasil 13 y Colombia 4,4 TCF's, por lo que Bolivia estaría en penúltimo lugar con los 9,94 TCF’s anunciados hoy.
La entrega del informe de las reservas de gas natural probadas fue postergada en varias oportunidades por el Gobierno Nacional, bajo el argumento de que la documentación entregada por la consultora encargada del estudio, Ryder Scott, se encontraba "en analisis" a pesar de que la Ley 3740 ordena que dicha información debía ser pública como máximo hasta el pasado 31 de marzo.Hoy en la mañana el vicepresidente del Estado Plurinacional, Álvaro García Linera, había aseverado que las reservas de gas garantizarán abastecimiento, exportación e industrialización en la próxima década en Bolivia. Según el segundo mandatario del país, en esos datos presentados por YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos no están cuantificadas las nuevas reservas de gas, que se han descubierto en varias regiones del país, "que son también importantes". /ReporteEnergía.
sábado, 2 de abril de 2011
Carlos Miranda Pacheco experto en el tema hidrocarburos revela la estrecha relación entre el MAR y la energía. si bien conocidos los hechos sorprende su vinculación.
El fin de semana anterior al Día del Mar el periódico chileno, El Mercurio, logró una entrevista con el Presidente Morales, fue noticia de primera plana el 23 de marzo pasado y transcrita en su totalidad en páginas interiores.
Por su lectura, se nota que la entrevista se desarrolló en un ambiente cordial y sincero. El Presidente Morales no vaciló en calificar el estado de relaciones chileno bolivianas como las mejores que se han tenido en muchísimo tiempo y él considera el diálogo como la mejor manera de analizar los temas. Consultado sobre la negativa chilena a cualquier cesión de soberanía, el antiguo rey de los bloqueadores, calificó esa diferencia de criterios como “un bloqueo” que es responsabilidad de los gobiernos solucionar.
Sobre si se recurrirá a una demanda ante los tribunales internacionales, declaró textualmente: “Yo no soy experto legalista ni constitucionalista ni en demandas internacionales. En eso no creo tanto”. “Yo creo mas en la sinceridad, en la confianza y en los resultados que beneficiarán a los pueblos”. Finalmente, cerró la entrevista indicando sobre su discurso el Día del Mar: “Voy a consultar a mi equipo, pero mi discurso siempre será para seguir profundizando confianza”.
Naturalmente, con ese tipo de declaraciones el discurso en el Día del Mar fue fuertemente rechazado. El gobierno chileno manifestó que el mantener un diálogo y al mismo tiempo enfrentar una demanda, sería una “pretensión inaceptable”.
Pero a estas alturas, usted señor lector se debe estar preguntando ¿qué tiene que ver la energía y/o hidrocarburos con la salida al mar? Pues tiene que ver y mucho.
Veamos rápidamente desde el principio. La producción de Standard Oil en 1929, superaba de lejos el consumo interno. Por ese motivo solicitó al Gobierno se le permita construir un oleoducto por el Chaco para llegar al río Paraguay, frente a Asunción.
El oleoducto propuesto tuvo una fuerte oposición del gobierno paraguayo y no fue construido. Esa negativa pasó a ser un fuerte componente de la tesis “pisar fuerte en el Chaco” que nos precipitó esa terrible guerra.
A mediados del siglo XX, la Gulf Oil Corporation lideró el retorno de la inversión privada en petróleo al país. Gulf había aprendido la lección de Standard Oil, por tanto exigió como condición la existencia de un oleoducto hasta el mar. Por tanto colaboró en la gestión y cooperó en el financiamiento del oleoducto Sica Sica – Arica que hasta la fecha es nuestro único medio para exportar petróleo a ultramar.
Pero para el siglo XXI el país había cambiado, se convirtió en país gasífero. La tecnología permitía liquificar el gas y transportarlo por barco. Adicionalmente, el gas es ahora el combustible preferido. Así, para poder salir al mercado internacional, se debe liquificar gas boliviano en la costa. Las figuras políticas que componen este gobierno se opusieron tenazmente al proyecto, logrando inclusive el cambio de gobierno.
A la fecha Argentina y Brasil son nuestros únicos mercados importantes. Ambos reticentes a la importación. El siglo XXI brindó la posibilidad de salida hacia el Atlántico. Brasil propuso la construcción de presas binacionales en la zona fronteriza del Río Madera y que todas sean dotadas y esclusas para poder navegar desde Guayaramerín hasta Porto Velho en el Amazonas, puerto al que llega el tráfico trasatlántico. La propuesta fue rechazada por nuestro país. Muy lamentable la emisaria con la propuesta fue la actual presidente del Brasil, Sra. D. Rousseff.
Finalmente, el mes de mayo se iniciará la conformación de la Comunidad del Pacífico integrada por Chile, Perú y México. Conferencia a la que deberíamos asistir por lo menos en calidad de observadores si realmente creemos en nuestra vocación al Pacífico.
Seamos claros, para el desarrollo de la industria gasífera nacional, necesitamos poder liquificar en la costa. Este proyecto tomará varios años confirmarlo y debemos comenzar ahora para no terminar el 2020 como rehenes de los mercados brasileros y argentinos.
Por su lectura, se nota que la entrevista se desarrolló en un ambiente cordial y sincero. El Presidente Morales no vaciló en calificar el estado de relaciones chileno bolivianas como las mejores que se han tenido en muchísimo tiempo y él considera el diálogo como la mejor manera de analizar los temas. Consultado sobre la negativa chilena a cualquier cesión de soberanía, el antiguo rey de los bloqueadores, calificó esa diferencia de criterios como “un bloqueo” que es responsabilidad de los gobiernos solucionar.
Sobre si se recurrirá a una demanda ante los tribunales internacionales, declaró textualmente: “Yo no soy experto legalista ni constitucionalista ni en demandas internacionales. En eso no creo tanto”. “Yo creo mas en la sinceridad, en la confianza y en los resultados que beneficiarán a los pueblos”. Finalmente, cerró la entrevista indicando sobre su discurso el Día del Mar: “Voy a consultar a mi equipo, pero mi discurso siempre será para seguir profundizando confianza”.
Naturalmente, con ese tipo de declaraciones el discurso en el Día del Mar fue fuertemente rechazado. El gobierno chileno manifestó que el mantener un diálogo y al mismo tiempo enfrentar una demanda, sería una “pretensión inaceptable”.
Pero a estas alturas, usted señor lector se debe estar preguntando ¿qué tiene que ver la energía y/o hidrocarburos con la salida al mar? Pues tiene que ver y mucho.
Veamos rápidamente desde el principio. La producción de Standard Oil en 1929, superaba de lejos el consumo interno. Por ese motivo solicitó al Gobierno se le permita construir un oleoducto por el Chaco para llegar al río Paraguay, frente a Asunción.
El oleoducto propuesto tuvo una fuerte oposición del gobierno paraguayo y no fue construido. Esa negativa pasó a ser un fuerte componente de la tesis “pisar fuerte en el Chaco” que nos precipitó esa terrible guerra.
A mediados del siglo XX, la Gulf Oil Corporation lideró el retorno de la inversión privada en petróleo al país. Gulf había aprendido la lección de Standard Oil, por tanto exigió como condición la existencia de un oleoducto hasta el mar. Por tanto colaboró en la gestión y cooperó en el financiamiento del oleoducto Sica Sica – Arica que hasta la fecha es nuestro único medio para exportar petróleo a ultramar.
Pero para el siglo XXI el país había cambiado, se convirtió en país gasífero. La tecnología permitía liquificar el gas y transportarlo por barco. Adicionalmente, el gas es ahora el combustible preferido. Así, para poder salir al mercado internacional, se debe liquificar gas boliviano en la costa. Las figuras políticas que componen este gobierno se opusieron tenazmente al proyecto, logrando inclusive el cambio de gobierno.
A la fecha Argentina y Brasil son nuestros únicos mercados importantes. Ambos reticentes a la importación. El siglo XXI brindó la posibilidad de salida hacia el Atlántico. Brasil propuso la construcción de presas binacionales en la zona fronteriza del Río Madera y que todas sean dotadas y esclusas para poder navegar desde Guayaramerín hasta Porto Velho en el Amazonas, puerto al que llega el tráfico trasatlántico. La propuesta fue rechazada por nuestro país. Muy lamentable la emisaria con la propuesta fue la actual presidente del Brasil, Sra. D. Rousseff.
Finalmente, el mes de mayo se iniciará la conformación de la Comunidad del Pacífico integrada por Chile, Perú y México. Conferencia a la que deberíamos asistir por lo menos en calidad de observadores si realmente creemos en nuestra vocación al Pacífico.
Seamos claros, para el desarrollo de la industria gasífera nacional, necesitamos poder liquificar en la costa. Este proyecto tomará varios años confirmarlo y debemos comenzar ahora para no terminar el 2020 como rehenes de los mercados brasileros y argentinos.
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