Solución para Bulo Bulo
Ahora, cuando algunos ejecutivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) están presos o tratando de fugar por el negociado conocido como ‘los taladros’, quizá sea el momento para buscar soluciones para el caso Bulo Bulo, en que la empresa invirtió seis veces más dinero. Como una cortina de humo, el caso taladros, que apenas representa $us 148,8 millones, oculta el caso de la planta de Bulo Bulo, que costó $us 800 millones, pero que, cuando se complete, costará $us 1.250 millones. Ahora se sabe, por un informe de un periódico de la ciudad de Cochabamba, que nadie previó en YPFB la logística del transporte y que, con suerte, el ferrocarril hasta Montero estará listo el próximo año, a pesar de que la planta está operando desde este mes de junio y producirá 2.100 toneladas de urea por día.
Una empresa china, vinculada con la exnovia del presidente Evo Morales, abandonó el contrato para construir el ferrocarril y se fue para no volver. No se sabe si hubo o no boleta de garantía. En 2009, YPFB era manejada con total discreción, por cualquiera de los seis presidentes que tuvo en esa época, ninguno apto. Ahora, cuando el periodismo comienza a ocuparse del tema, la logística para exportar la urea es lo más importante. Y eso es una pesadilla. Llevar una tonelada de urea de Bulo Bulo a Puerto Suárez tendrá un costo de transporte que la hará antieconómica. Costará tanto que el precio superará la cotización internacional.
Solución: corrijamos el error. Llevemos la planta de urea a la frontera. Quizá cueste algunos millones de dólares, pero habremos evitado que el país gaste más millones de dólares todos los meses para financiar un proyecto inviable. Reconocer un error es de valientes. Lo de Bulo Bulo fue un craso error. Llevar esa urea a la frontera hará que cueste más de lo que cuesta la urea extranjera. Lo que corresponde es desarmar Bulo Bulo y llevar toda la planta a la frontera, como habían recomendado los expertos en 2009. Va a costar mucho, pero lo que cueste será menos, mucho menos, que mantener este error.
Hay que admitir que fue un error poner la planta en Bulo Bulo. Pero es lo más barato para el país. Los mea culpas pueden esperar.
Una empresa china, vinculada con la exnovia del presidente Evo Morales, abandonó el contrato para construir el ferrocarril y se fue para no volver. No se sabe si hubo o no boleta de garantía. En 2009, YPFB era manejada con total discreción, por cualquiera de los seis presidentes que tuvo en esa época, ninguno apto. Ahora, cuando el periodismo comienza a ocuparse del tema, la logística para exportar la urea es lo más importante. Y eso es una pesadilla. Llevar una tonelada de urea de Bulo Bulo a Puerto Suárez tendrá un costo de transporte que la hará antieconómica. Costará tanto que el precio superará la cotización internacional.
Solución: corrijamos el error. Llevemos la planta de urea a la frontera. Quizá cueste algunos millones de dólares, pero habremos evitado que el país gaste más millones de dólares todos los meses para financiar un proyecto inviable. Reconocer un error es de valientes. Lo de Bulo Bulo fue un craso error. Llevar esa urea a la frontera hará que cueste más de lo que cuesta la urea extranjera. Lo que corresponde es desarmar Bulo Bulo y llevar toda la planta a la frontera, como habían recomendado los expertos en 2009. Va a costar mucho, pero lo que cueste será menos, mucho menos, que mantener este error.
Hay que admitir que fue un error poner la planta en Bulo Bulo. Pero es lo más barato para el país. Los mea culpas pueden esperar.
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