si tanto quiere Evo
que la planta atómica la instale en Orinoca
un lugar desierto y despoblado del Altiplano
(sugerencia de Macacha a través de Paulo)
La audacia de mi reportera asignada al Palacio de Gobierno es solamente superada por la que despliega nuestro Presidente Vitalicio quien muy suelto de cuerpo dijo que instalará una Central Nuclear en Mallasilla, barrio del sur paceño donde funciona un club de golf y a cuyo alrededor existen barrios residenciales.
Me informa la cholita que al escuchar por los pasillos del Palacio que nuestro mandatario se alista a instalar una Central Nuclear en plena ciudad de La Paz le dijo a uno de los asesores atómicos de Evo: “¿Y por qué no la instala en Orinoca que está situado en pleno altiplano, aislado y poco habitado…?”
Esa interrogante la hice mía pues me hizo recordar que algunos países utilizaron tierras desérticas para sus experimentos nucleares. He aquí una cholita cochabambina nacida en Quillacollo que instaba a proceder con mejor criterio a los técnicos y científicos que asesoran a nuestro Presidente.
Retomó la palabra mi comadrita para decirme con naturalidad: “Por las muchas veces que escuché al mandatario y a sus “llunkus” (léase aduladores), ellos esperan solamente el impacto nacional e internacional que producirá saber mañana que Bolivia ingresó a la era nuclear y que está a un paso de experimentar su Bomba Atómica, ambicioso sueño de reyezuelos nacidos con la leyenda entresacada de Las Mil y Una Noches.”
Como la sabiduría en materia económica y financiera es innata en nuestras cholitas, Macacha me dijo sin darse ínfulas de “chola blindada”: “No tenemos necesidad alguna de ingresar en ninguna de las competencias nucleares si cada día que pasa comprobamos nuestra pobreza extrema al no poder dotar de recursos médicos a los enfermos, debido a nuestros mínimos recursos técnicos y científicos, ¿cómo pensar ahora en un centro nuclear… en un barrio residencial de la ciudad de La Paz?”
Iba meditando en las verdades que salían de los labios de la bambina cochabambina cuando vino a mi memoria el desastre nuclear de Chernóbil en la Unión Soviética cuando una falla en sus reactores causó miles de víctimas irradiadas. Cuando recordé aquel desastre nuclear, Macacha se estremeció y casi llorando me dijo suplicante: “No queremos una Central Nuclear en Mallasilla ni en ningún barrio de La Paz, y si tanto quieren una Central Nuclear que la instalen en Orinoca o en un lugar desierto de nuestro extenso país donde nuestro mandatario pueda presumir ante el mundo de ser el Primer Bombero Atómico y Vitalicio. Así concluyó nuestro diálogo nuclear: ¡No queremos Bomberos Atómicos, queremos un Presidente sensato y sin ínfulas de grandeza!
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