La caída de los precios del petróleo de las últimas semanas tiene señales distintas respecto a oportunidades anteriores (octubre de 2011, junio de 2012 y abril de 2013), en las que el precio a futuro del Brent también descendió por debajo de los 100 $us/Bl (dólares por barril).
Ahora la baja se debe a factores básicos de mercado antes que a factores políticos o geopolíticos:
• El incremento de la producción. La producción de petróleo no convencional en Canadá y Estados Unidos (EEUU) es un factor excepcional. El incremento del petróleo producido en Libia y Siria países que después de sus guerras civiles, hacen todo lo posible para retomar los niveles previos de producción. La producción de la OPEP en septiembre, de 30.66 MMBl/D (Millones de barriles por día), fue la más alta de los últimos 13 meses, pese a que las cuotas acordadas en enero de 2014 fijaban un tope de sólo 30 MMBls/D.
• La disminución de la demanda. La IEA ha rebajado su pronóstico de consumo de 92.6 MMBls/D a 92.4 MMBls/D para este año guiada por la desaceleración económica de China, de Europa y la mayor eficiencia energética en Estados Unidos y en Europa.
El factor clave que explica el descenso de precios es la mayor producción de EEUU que ha derivado en una reducción de los volúmenes importados en alrededor de 3 MMBls/D desde el año 2011, disminuyendo incluso la sensibilidad del mercado a los conflictos reales y potenciales en Medio Oriente y en África. La tensión creada por ISIS, pese a su magnitud, no es un factor que haya influido en el mercado para sostener el precio alto.
Se debe tener en cuenta también que los costos de producción del petróleo no convencional han estado en continuo descenso desde el año 2010 lo que lo hace menos sensible a declinaciones en el mercado internacional. Para yacimientos como Eagle Ford (Texas) o Bakken (Dakota), la mayor eficiencia ha reducido el costo marginal de producción desde 90 $us/Bl a 80 y 70 $us/Bl y en otros lugares está estimado aún por debajo de 60 $us/Bl.
Las proyecciones indican que el año 2015, la producción de petróleo en EEUU se elevará otro millón de barriles por día, casi igual al incremento observado cada uno de los pasados tres años por lo que no está a la vista la posibilidad de que el mercado quede desabastecido o que alguna crisis lo desequilibre.
Otro factor que hace diferente esta caída de precios respecto a anteriores, es la actitud de los países árabes. Anteriormente Arabia Saudita hacía de pulmón regulador por su capacidad adicional de producción; cuando los precios bajaban, los saudíes cortaban su producción y equilibraban el mercado. Ahora no lo han hecho, posiblemente porque su presupuesto de gasto, así como el de varios otros países árabes, ha sido sustancialmente incrementado después de la primavera árabe que los obligó a una mayor inversión y gasto social. Arabia ahora recorto sus precios y no sus cuotas, ejemplo que fue seguido por Irán y por Irak, para mantener sus mercados. Además Irán está esperando impacientemente el levantamiento de las sanciones impuestas para incrementar su producción.
Por eso descartaron el pedido de Venezuela de una reunión extraordinaria del cartel y mantuvieron inalterada la fecha del 27 de noviembre próximo.
Sin embargo, la profundidad de la tendencia descendente (la semana pasada el Brent cayó por debajo de 80 $us/Bl después de cuatro años), sumada a la decisión de Arabia de no sostener solitariamente una reducción de la producción, han multiplicado las acciones diplomáticas entre los miembros de la OPEP, casi al borde del pánico por su intensidad, para buscar consensos antes de su reunión. Las estimaciones más recientes indican que las cuotas tendrían que recortarse entre 1 y 1.5 MMBls/D para detener la caída de precios pero los observadores se muestran escépticos respecto a los acuerdos que puedan alcanzar.
Si bien es extremadamente difícil prever el rumbo de los precios en el mediano plazo, todo indica que las actuales condiciones del mercado pueden prolongarse porque se deben a causas estructurales y no coyunturales y lo más aconsejable sería tomar las previsiones del caso.
El autor es ingeniero químico y petroquímico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario