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jueves, 13 de diciembre de 2012

Jacob y el TIPNIS titula Carlos Cordero a su texto que compara ambas situaciones de pequeños, debiles, los humildes que doblegaron a los poderosos


Jacob es el nombre de un personaje bíblico que adquirió la primogenitura de su hermano Esaú a cambio de un plato de lentejas. La primogenitura significaba recibir el doble de herencia y un puesto de privilegio en la familia. En el presente, el nombre de Jacob hace referencia a un ciudadano norteamericano, Jacob Ostreicher, quien ha ganado fama gracias a padecimientos casi bíblicos con la justicia boliviana e infringidos por unos delincuentes de cuello blanco que organizaron una red mafiosa de abogados al amparo del Estado Plurinacional. Jacob, el judío bíblico, y Jacob, el judío norteamericano, fueron víctimas de su tiempo, engañados y oprimidos, pero al final de sus sufrientes historias se produjo la redención.


Sean Penn saliendo del Palacio Quemado. La Paz.

El Tipnis es la sigla por la que se conoce a un trozo de la naturaleza boliviana, ubicada en los bordes de la Amazonia, entre los departamentos hermanos de Beni y Cochabamba. Es casi un paraíso bíblico, allí se efectuó la primera consulta popular organizada por el Estado Plurinacional para conocer la opinión de sus habitantes sobre construir o no, una carretera interdepartamental, que atraviese o no, la reserva natural. Los habitantes del Tipnis han ganado fama gracias a sus padecimientos casi bíblicos. Caminaron miles de kilómetros buscando solidaridad para su causa y como recompensa recibieron desde la indiferencia del Estado hasta una paliza fenomenal que nos avergonzó a todos. Los habitantes del Tipnis también son víctimas de su tiempo, de intereses políticos y económicos, que medran al amparo del Estado.
Jacob, el contemporáneo, se enfrentó a enemigos invisibles: el miedo y la extorsión disfrazada de justicia estatal. Adversarios de dimensiones bíblicas que muchos padecieron y frente al cual muchos sucumbieron. Jacob, el ciudadano, no fue derrotado y más bien, infringió una herida de tal magnitud al Leviatán que ojalá lo desangre hasta la depuración.
Los habitantes del Tipnis, a su modo, también se enfrentaron al poder y a la geopolítica doméstica del Estado Plurinacional. Cuando todo indicaba que Jacob se hundiría en las mazmorras infernales de las cárceles bolivianas y los habitantes del Tipnis serían derrotados por la maquinaria estatal y una consulta amañada, los pequeños, los débiles, los insignificantes, los humildes, doblegaron a los poderosos.

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