Equivale a decir que los tubos más importantes del oxígeno que alimenta la economía de Bolivia se van cerrando. El Día, de Santa Cruz, trajo este martes la noticia que Enarsa, la Empresa Nacional Argentina de energía, aplazó por la décima segunda vez la presentación de propuestas para la construcción del gasoducto del noreste argentino. Sin esa obra, no será posible aumentar las ventas de gas al vecino país. Por lo menos no en los próximos dos años. Cuando se acordó venderle hasta 27,7 millones de metros cúbicos (muy cerca de los 31 millones comprometidos con Brasil), el compromiso fue saludado como una ratificación del concepto de que Bolivia se volvería el centro energético del continente sudamericano. El nuevo aplazamiento ayuda a hacer de ese concepto una quimera.
Hay que subrayar que Argentina no ve mayor prisa en la ejecución de esa obra si no tiene garantías de que Bolivia cuenta con el gas para llenar las tuberías. Como no hay las inversiones masivas que serían necesarias para incrementar las reservas y la producción de gas natural, Bolivia se encuentra dentro del mismo límite de hace dos años: su capacidad está en 41 millones y 43 millones de metros cúbicos. De esa cantidad, tres cuartas partes están comprometidas con Brasil. El consumo interno requiere de unos seis millones de metros cúbicos. Y el resto –unos siete millones- se le entrega a Argentina dentro de un contrato reducido. El saldo es casi cero. Nada de gas natural para El Mutún, que requeriría de unos ocho millones de metros cúbicos (esto también explica la demora en poner en marcha las operaciones industriales de esos yacimientos y la consiguiente impaciencia de los cívicos de Puerto Suárez), menos aún para las plantas termoeléctricas y petroquímicas y otras que capturaron la imaginación del país la década pasada.
La versión de ND dice que las propuestas para la construcción del gasoducto argentino debían presentarse hasta el 30 de junio y que el plazo fue ampliado hasta el 30 de septiembre. Esa obra ya debía estar en operaciones, de acuerdo al cronograma original, pero con la modificación del calendario el plazo de conclusión se amplía hasta “cuando menos” el 2011, dice ND. Y si entra en funcionamiento, el volumen será menor al inicialmente previsto: solamente 16 millones de metros cúbicos.
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