(Nos unimos al reconocimiento público por la tesonera y valiente labor de Los Tiempos al cumplirse los cuarenta años de su reaparición en la ciudad de Cochabamba. Reproducimos su editorial)
Un día como hoy, hace 40 años, LOS TIEMPOS retornaba a las calles de Cochabamba, luego de un silencio obligado de más de una década, provocado por los desmanes de quienes detentaban el poder en ese entonces y que no tuvieron el menor reparo en ordenar la destrucción de los talleres de este Diario, así como la detención de su fundador y Director, Demetrio Canelas, en noviembre de 1953. Vanos fueron los esfuerzos de este insigne periodistas para lograr, por parte del Estado Boliviano, una reparación de los daños sufridos en esa oportunidad. Tuvieron que pasar tres lustros y un cambio radical del espectro político boliviano para que LOS TIEMPOS pueda renacer, esta vez bajo la conducción de Carlos Canelas que, en un emprendimiento empresarial particular, hizo realidad el anhelo de su fundador, aunque sin lograr el resarcimiento que por derecho le correspondía. Totalmente renovado, con la incorporación de maquinaria moderna, este matutino recuperó de inmediato la posición de liderazgo que había obtenido en su primera etapa y, siguiendo la línea de su fundador, se mantuvo como un fiel defensor de las libertades ciudadanas y de los postulados contenidos en la Constitución Política del Estado. En las cuatro décadas transcurridas desde la reaparición de LOS TIEMPOS, Bolivia ha experimentado profundas transformaciones. Ha sido misión de este Diario transmitir a sus lectores los hechos acaecidos en ese lapso, encuadrándose en los márgenes de un periodismo ágil, imparcial y de orientación. En ese propósito, ha tenido que soportar etapas difíciles que ha sabido superar con acierto. Pese a toda adversidad, Los Tiempos continuará con el objetivo planteado por su fundador: ser un Diario libre.
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