La oportunidad se da por enfocar este tema del litio en Bolivia, argumentando que todo indica que estamos ante el advenimiento de la era de la química básica o de un nuevo paradigma tecno-económico, el sexto desde la revolución industrial, como un factor clave con estos tan diversos elementos químicos y que sobre esta base se observa que el Gobierno ha decidido empezar a explotar las reservas más grandes del mundo localizadas en el salar de Uyuni, salar de Coipasa y circundantes, sin ningún interés privado, ya sea nacional o extranjero, en este emprendimiento. Este plan de industrialización se buscaba una producción de 1.000 toneladas al mes de litio metal equivalente, a partir de 2013.
El Servicio Geológico de USA ha venido reportando en los últimos 20 años, demostrando que a medida que la producción en yacimientos nuevos, las reservas tienden a incrementarse en razón a que los operadores productivos no sólo se vuelven más conocedores de las reservas existentes, sino que tienen más incentivos para explorar nuevos campos. Adicionalmente, este organismo indica que la demanda actual de litio es de 25.000 toneladas al año.
Fue en el Servicio Geológico de Bolivia “ Geobol” institución que estaba a mi cargo en octubre de 1975, que gracias a un equipo de absorción atómica y a la dedicación del Dr. Fernando Urquidi Barrau y el Ing. Waldo Ávila Salinas (+) que con la colaboración del Servicio Geológico de USA (USGS) a cargo de su director en ese tiempo el Dr. George Ericksen, se pudo determinar un importante contenido de litio en las muestras del salar de Uyuni. Meses después, en junio de 1976 cuando el director de Geobol era el Ing. Álvaro Fernández Castro y el Dr. Carlos Brockman Hinojosa, Director del Proyecto ERTS- SKYLAB- EROS PROGRAM de la NASA, aparecieron unas anomalías en las imágenes del salar de Uyuni por sensores remotos, que fueron debidamente procesadas con la colaboración de expertos, como el Dr. Vaen, en los laboratorios del USGS, donde se determinó un contenido importante de litio en las salmueras del salar de Uyuni, como 5.400 a 5600 partes por millón (ppm). Éste fue el importante descubrimiento de la cantidad de litio del salar.
Posteriormente en agosto de 1989, el Ing. Óscar Ballivián Chávez, pudo interesar a la empresa Lithium Corporation of América, subsidiaria de FMC Corporation, empresa líder mundial en la producción y comercialización de productos químicos y de litio. Lamentablemente cuando todas las negociaciones con el Gobierno boliviano, tanto tecnológicas, antecedentes legales, participaciones y otros, se encontraban listas para la firma del contrato correspondiente, inexplicablemente el Gobierno de turno, negó
esta posibilidad, que hizo que esta empresa se vaya a desarrollar el Yacimiento denominado Hombre Muerto, hasta hoy en la Argentina.
Recientemente en Chile, la compañía Estadounidense “Albemarle” recibe la aprobación final para expandir operaciones de litio. El nuevo pacto entrega a Albemarle recursos suficientes para producir 80.000 toneladas métricas de sales de litio al año durante los próximos 27 años en su planta de La Negra, actualmente en expansión. El salar de Atacama es parte del denominado “triángulo del litio”, zona ubicada en los límites de Argentina, Bolivia y Chile.
El autor es ingeniero geólogo y administrador de empresas.
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