Con mucha anticipación, los Gobiernos de Bolivia y Brasil han decidido iniciar las conversaciones para la renovación del contrato de provisión de gas, que concluye en 2019, cuando se habrán cumplido los 20 años para los que fue suscrito en 1999. No es excesiva la premura, porque el nuevo contrato, seguramente por otros 20 años, deberá tomar en cuenta los cambios que se han dado en este negocio en todo el mundo y las partes querrán lograr las mejores condiciones para sus países.
Uno de los temas esenciales de la negociación es, por supuesto, que el país comprador quiere tener la certeza de que el vendedor cuenta con el gas suficiente para cumplir el compromiso. No importa si se incluye la cláusula ‘deliver or pay’ (entregas el gas o pagas por él), que es el otro lado de la moneda del ‘take or pay’ (compras el gas o lo pagas de todos modos), porque lo que quiere el comprador, más que cobrar multas, es recibir el gas para asegurar la atención de la demanda, lo mismo que el vendedor quiere que se le pague por el gas convenido. El tema del precio será el que más tiempo consuma de las negociaciones. El antecedente es que en el contrato que está feneciendo se dio el espectacular crecimiento del precio del petróleo en el mundo, lo que tuvo que reflejarse en el del gas boliviano que iba a Brasil porque así lo ordenaba el contrato. Quizá el país comprador quiera introducir un cambio, a fin de no verse nuevamente en esa situación en la eventualidad de un incremento fuerte del precio del crudo.
Lo que ocurra con el precio del petróleo entre 2019 y 2039 es un misterio ahora, a pesar de las proyecciones que hacen los expertos. Y las negociaciones entre Bolivia y Brasil deben hacerse a partir de presunciones. Lo que sí se observa es que el precio internacional del gas natural licuado (GNL) está cayendo, reflejando la sobreoferta. Australia se comprometió a vender a China el GNL en 7 dólares el millón de BTU, e incluso Chile recibió ofertas para tener GNL en ese precio. Brasil está instalando nuevas plantas de regasificación con la idea de garantizar el suministro con GNL, lo que pone un precio de referencia que podría ser determinante en las negociaciones para el nuevo contrato.
Los negociadores bolivianos tendrán que manejar todos los factores con mucho tino, similar al que aplicaron los que participaron en las negociaciones del actual contrato y lograron que el país se beneficie. Mientras tanto, habrá que seguir con los esfuerzos de exploración para encontrar nuevos yacimientos que permitan atender la demanda interna de manera prioritaria y, luego, los excedentes, venderlos a países extranjeros
energía porque todo lo hace el hombre para tener fuerza y la fuerza es energía muchas veces mal empleada para su propia destrucción. hambre porque millones de seres no tienen que comer mientras otros hacen guerras y se gastan ingentes cantidades en sostenerlas. de todo un poco lo curioso, lo extraño, lo sorprendente e ignorado.
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miércoles, 25 de noviembre de 2015
hace cinco dias, el precio internacional del gas natural cayó muy bajo, hoymismo Australia lo ofrece a sólo 7 dólares el barril, por ello la recomendación de El Deber, es que Bolivia trate pronto el tema con los dos más grandes compradores Argentina y Brasil. prestar oídos al decano cruceño es muy aconsejable.
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