Y lo estamos de verdad. Todos nosotros. Se me ocurre pensar que si Evo Morales, es decir el presidente, estuviera en problemas él sólo, ese sería su problema. No sería más que un asunto de él. Sea político o no. Podemos analizarlo, podemos opinar sobre un tema como ese pero. El problema será de él. Y él será el encargado de revertirlo. Revertir su pérdida de credibilidad, su incapacidad para resolver asuntos políticos o de gobierno. En fin. Sería problema de Evo Morales. Lo más que podríamos hacer. es opinar, sugerir, criticar o, hasta alegrarnos, si nos da la gana, de que le vaya mal por creerse más de lo que es, que no es gran cosa, al final de cuentas y tras de tantos años de gobierno. Los años de gobierno ya no dejan lugar a las excusas.
Ya no dan chance de echar a otro sus errores y sus defectos, sobre todo si este Estado ya no es el de antes y no se quedaron en chicas para desmontar lo que había antes. No nos vengan con las vainas esas de que el viejo Estado dejó la corrupción de la que no pueden librarse (lo dijo el Vice).
Ya pasaron 5 años, ché. Ya no le echen la culpa a nada de lo anterior porque ustedes no dejaron nada ya no queda ni el recuerdo de lo que había. así que, háganse cargo de una vez. Así que. Volviendo al tema, los problemas de Evo Morales, si son de él. Pena o bien. Como usted quiera por él pero. es asunto de él
Pero cuando el problema es generado porque el narcotráfico ha penetrado al Ministerio de Gobierno; es decir a la Seguridad del Estado, somos todos los que estamos en problemas porque el Estado o la República, aunque al Presidente Morales le cueste reconocerlo, va más allá de él; va más allá de nosotros mismos.
Reitero: estamos todos en problemas ahora porque el que fuera capo de la lucha contra el narcotráfico y luego de su jubilación, funcionario contratado por el Ministerio de Gobierno para hacer trabajo de coordinación y acopio de información y de inteligencia en materia de narcotráfico, está preso en EEUU luego de un seguimiento de sus actividades delictivas involucradas en narcotráfico que arrancaron en Bolivia, siguieron a Chile y Panamá.
Cuando eso ocurre, ya no es el presidente el que está en problemas sino el Estado mismo porque es el Gobierno el que ha sido penetrado y es el Estado el que es mirado desde fuera como si todos los que vivimos en él fuéramos Sanabria.
Ya no vale la idea de que coca no es cocaína y que los gringos deben ser los que erradiquen sus narices. ya no vale la perorata de que la coca es milenaria y un regalo de la pacha no sé qué. Ya no podemos estar con la letanía de que nosotros no somos los culpables de la necesidad de droga de los gringos. Esa inmoralidad el mundo ya no la acepta, esa inmoralidad el mundo nos la va a cobrar de alguna manera porque nosotros somos el tercer proveedor de droga del mundo y si bien aún no vamos a ser el segundo, lo que exportamos en droga da para envenenar a millones de seres humanos que están en otros países y eso nos convierte, como dice el sociólogo internacionalista Edson Velez, de la FLACSO en un Estado Forajido que cree que puede vivir a contramano defendiendo lo indefendible y pensando que podemos aislarnos del ordenamiento jurídico internacional.
Nadie de los que manda en este país, ni el presidente ni algún otro de los que cree que podemos batirnos con el mundo a punta de discursos absurdos y delincuenciales puede alegar que el Gobierno es absolutamente inocente en el caso del Gral. Sanabria. Se peca por acción o por omisión; se peca porque se hace o se deja hacer y en este caso si el Ministro de Gobierno no hizo, dejó hacer y ese dejar hacer ha convertido a nuestro país en un país observado por la comunidad internacional; un estado sospechoso.
Sanabria no es cualquiera. Sanabria fue durante años jefe de la lucha contra el narcotráfico, fue el principal responsable de una lucha que le encomendó el Estado y él se aprovechó de ese Estado para salir de allí con su propia "línea", como se llama en la jerga policial al negocio del narcotráfico.
Que el Gobierno no lo haya detectado implica que el General tenía un mecanismo de protección importante, es decir que el sistema montado por él funcionó tan bien como para que luego de haber dejado el cargo al jubilarse, logró ser contratado por el propio Ministro para seguir haciendo tareas de Inteligencia en el mismo campo, es decir el campo en el que desarrollaba sus acciones clandestinas. Entonces, el problema es más que eso. el problema es que Sanabria pudo haber dominado el campo donde lo pueden haber puesto los carteles de la droga para que proteja el negocio.
Consecuentemente, el Gobierno está penetrado; ya no importa si Sacha Llorenti es inocente en materia de narcotráfico. Lo que importa es el grado de impunidad que el narcotráfico logró en el Gobierno y en su administración; el problema es, no lo que sabe hoy Sacha Llorenti sino lo que no supo en su momento. Eso es lo grave. El Presidente cree que mostrando lealtad a Sacha va a dar la imagen de confianza que el Gobierno necesita cuando lo cierto es que los ciudadanos vemos con desconfianza al Ministro en cuyas barbas se planificó una operación de envío de droga a EEUU pasando por Chile y Panamá.
El Presidente tiene que entender que no importa si Sacha no estuvo metido en el asunto; el Presidente debe entender que si Sacha no supo nada, es porque Sacha no hace bien su tarea hacia adentro, debe entender que Sacha está penetrado y que en su ministerio todo el mundo hace lo que quiere. así lo hicieron los Núñez del Prado con el soborno al Viejo. Así se filtró el video del hecho. Desde el mismo Ministerio de Gobierno
Así Sanabria y parte de su equipo organizaron desde el Ministerio de Gobierno su propio equipo de narcotráfico (se sabe que fracasó un envío de más de 2 toneladas) y el Ministro no supo nada de lo que ocurría bajo de él. Por tanto. Para qué sirve, o para qué le sirve al Presidente un ministro tan desinformado? De qué le sirve al presidente un ministro que no tiene idea de lo que ocurre en el piso de debajo de su oficina? De qué le sirve al país un ministro inepto, un ministro que no logra hacerse de un equipo de confianza que sepa lo que pasa a su alrededor?
Sacha Llorenti no puede seguir siendo Ministro por lo que no sabe, no por lo que sabe; eso es más que evidente. Por su desconocimiento, el país está en problemas; por lo que Sacha dice no haber sabido, nuestro país es visto como un país forajido. Como un país sospechoso y nosotros los ciudadanos no nos merecemos esto.
Será que el Presidente tendrá el coraje de cambiarlo? Será que al presidente Morales lo convencerá la razón del Estado? Esa es su tarea y responsabilidad. No le pongo mucha esperanza. Don Evo es terriblemente caprichoso e inseguro. En una de esas, la razón de Estado él mismo la interpreta como una muestra de debilidad y. semejante "machango" no va a permitirse dar una señal como esa.
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